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Atentado terrorista en un hotel de la capital de Kenia deja al menos 15 muertos

"Es terrible. Lo que he visto es terrible", dijo Charles Njenga, quien huyó de una escena de sangre, vidrios rotos, vehículos en llamas y columnas de humo negro.
Fuerzas de seguridad ayudan a civiles a abandonar la escena mientras  una bola de fuego engulle a los automóviles que estaban detrás de ellos en un complejo turístico este martes en Nairobi
Fuerzas de seguridad ayudan a civiles a abandonar la escena mientras  una bola de fuego engulle a los automóviles que estaban detrás de ellos en un complejo turístico este martes en Nairobi, la capital de Kenia.AP / AP

Un grupo de extremistas atacó un hotel de lujo en la capital de Kenia este martes, desencadenando explosiones atronadoras y matando a gente en mesas de café, en un ataque que ha sido reclamado por el grupo radical islamista más letal de África. Un oficial de policía dijo que al menos 15 personas habían muerto, reportó la agencia de noticias The Associated Press.

"Es terrible. Lo que he visto es terrible", dijo Charles Njenga, quien huyó de una escena de sangre, vidrios rotos, vehículos en llamas y columnas de humo negro.

Al-Shabab, el grupo con sede en Somalia que llevó a cabo el ataque de 2013 en el cercano Westgate Mall de Nairobi, que dejó 67 muertos, se atribuyó la responsabilidad de la masacre en el complejo hotelero DusitD2, que incluye bares, restaurantes, oficinas y bancos en un barrio acomodado donde habitan muchos expatriados estadounidenses, europeos e indios.

Un oficial de policía de Kenia dijo que se habían llevado 15 cadáveres a la morgue. Él habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar con los reporteros. El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó que un ciudadano estadounidense estaba entre los muertos, pero no reveló la identidad de la víctima. Al-Shabab afirmó que 47 personas murieron, pero la publicación de su propia agencia de noticias, Shahada, no brindó detalles.

Las autoridades enviaron un grupo de fuerzas especiales al hotel para expulsar a los hombres armados. El martes por la noche, aproximadamente ocho horas después de que comenzara el asedio, el ministro del Interior, Fred Matiang'i, dijo que todos los edificios afectados habían sido asegurados y que las fuerzas de seguridad estaban limpiando el área.

"Me gustaría reiterar que la situación está bajo control y que el país es seguro", dijo.

Sin embargo, se escucharon más disparos aproximadamente una hora después, informó la emisora keniana NTV. Algunos familiares dijeron que habían estado en contacto con seres queridos que aún se escondían dentro del complejo, esperando ser rescatados.

La madrugada del miércoles, el Ministerio del Interior de Kenia escribió en la red social Twitter que todos los edificios habían sido asegurados y que no había más amenazas para el público.

Las autoridades no dijeron cuántos atacantes había, o qué les sucedió, a pesar de que Citizen TV de Kenia transmitió imágenes de cámaras de seguridad que mostraban al menos cuatro hombres fuertemente armados con equipos paramilitares de color oscuro.

Un oficial de policía que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar con los medios de comunicación dijo que vieron cadáveres en los restaurantes de la planta baja y en las oficinas de la planta superior, pero "no había tiempo para contar a los muertos".

Un testigo que se identificó sólo como Ken dijo que vio cinco cuerpos en la entrada del hotel. Otras personas gritaban pidiendo ayuda y "cuando nos apresuramos a tratar de rescatarlos, empezaron a disparar desde el piso de arriba y tuvimos que agacharnos porque nos estaban apuntando y pudimos ver a dos tipos disparando", dijo.

El asalto coordinado comenzó con una explosión que apuntó a tres vehículos afuera de un banco y un atentado suicida en el vestíbulo del hotel que hirió gravemente a varios huéspedes, dijo el jefe de la policía nacional de Kenia, Joseph Boinnet.

Los sobrevivientes informaron haber escuchado una explosión devastadora y vieron a personas abatidas por hombres armados mientras estaban sentados en un café. Las víctimas se quedaron desplomadas en las mesas.

"Estábamos cambiando de turnos, y fue entonces cuando escuché una fuerte explosión y la gente gritaba", dijo Enoch Kibet, quien trabaja como limpiadora en el café y logró salir por la puerta del sótano. "No podía creer que estuviera viva. La explosión fue tan fuerte que sacudió todo el complejo".

Los hospitales de Kenia hicieron un llamamiento a las donaciones de sangre, aun cuando el número de heridos no estaba claro.

Un video de Associated Press desde el interior del hotel mostraba a los agentes de seguridad de Kenia revisando el edificio y trabajadores asustados que salían de sus escondites mientras aún se oían disparos. Algunos salieron por una ventana gracias a una escalera. Un hombre se levantó del piso donde parecía estar tratando de esconderse debajo de un panel de madera y luego mostró su identificación.

Mientras que los oficiales buscaban entre las lujosas exhibiciones de moda, los heridos fueron llevados en camillas.

Como en el ataque al centro comercial Westgate, éste pareció estar dirigido a kenianos y extranjeros adinerados. Se produjo un día después de que un magistrado dictaminó que tres hombres debían ser juzgados en relación con el atentado de Westgate Mall.

Al-Shabab ha prometido represalias contra Kenia por enviar tropas a Somalia para combatirlos desde 2011. La violencia del martes se produjo tres años después de que los extremistas de Al-Shabab atacaran una base militar de Kenia en Somalia, matando a decenas de personas.

El grupo vinculado a Al Qaeda ha matado a cientos de personas en Kenia. En el ataque más letal, al-Shabab se atribuyó la responsabilidad de un asalto a la Universidad Garissa de Kenia en 2015 que mató a 147 personas, la mayoría estudiantes.