Christopher Davila, de 34 años, telefoneó desesperado a la policía desde una gasolinera de San Antonio (Texas) en la noche del pasado viernes: había dejado su Dodge Dart en marcha mientras entraba en la tienda a comprar una botella de agua, explicó, y al salir el carro había desaparecido con su hijo de ocho meses dentro.
Esta llamada desató una búsqueda desesperada por el bebé, King Jay, que ha durado una semana y acaba de dar un giro macabro: el niño probablemente está muerto, según informó la policía el jueves, y el supuesto secuestro parece ser una complicada trama elaborado por el padre, la abuela y una prima, aunque podría haber aún más arrestos, según informa el diario The Washington Post.
“Creemos que participaron en aparentar un secuestro para esconder el cuerpo”, explicó el jefe de policía de San Antonio, William McManus, “tenemos declaraciones de múltiples testigos que desafortunadamente nos llevan a pensar que King Jay está muerto”.
La policía empezó a dudar de la versión del hombre el pasado sábado, sólo horas después de su denuncia, puesto que no estaba colaborando con la investigación y su historia contenía discrepancias. Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la gasolinera mostraron a un mujer cubierta con un capucha gris que se aproximaba al carro, abría la puerta del copiloto y se metía dentro; otro vídeo permitió ver a la mujer caminar por una calle cercana con una silla de bebé en brazos.
“No muestra dudas, no mira a su alrededor, no hay preguntas sobre si va a entrar o no al carro, ella sabe adónde va y lo que está haciendo”, explicó el policía. Dos días después, Angie Torres, prima de Davila, fue arrestada por intentar robar dos cuchillas de una tienda Dollar Store y luego atacar a un empleado. Torres, de 45 años, fue identificada después como la mujer de la capucha gris.
“Podemos decir sin lugar a dudas que esto no fue un robo de carro, esto no fue un secuestro”, explicó el policía, “esto fue un montaje”. Según los investigadores, el niño ni siquiera estaba dentro del carro en la gasolinera, aunque la familia ha negado las acusaciones y ha criticado a la policía, según el diario San Antonio Express- News.
“Dime la verdad, mijo”, le preguntó Mario Davila Sr. a su hijo, Christopher, cuando la policía le acusó de haber escenificado el secuestro, “el niño, mijo, ¿dónde está el niño?”. Pero el hombre le respondió lo mismo que a la policía: el bebé había sido robado del carro en la gasolinera. “No sé dónde está el niño”, explicó Mario Davila al diario al borde de las lágrimas, “sólo Dios lo sabe”. “Ojalá Dios me lo dijera”, añadió.
La policía, sin embargo, acusa a Beatrice Sampayo Davila, madre de Christopher, de participar en la trama: cree que fue quien condujo a su hijo a la gasolinera para escenificar el secuestro. La madre del bebé, Jasmine Gonzales, también está siendo investigada.
“¿Por qué otro motivo iban a simular un secuestro si no es para esconder algo”, se pregunta el jefe de policía.