El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea visitar este jueves la frontera con México en un intento de buscar apoyos para levantar un muro en la zona tras el fracaso de las negociaciones con los demócratas, que rechazan sus exigencias de financiación de 5,700 mil millones de dólares. Este desencuentro ha conducido al cierre parcial del gobierno que inicia este jueves su día 20.
En su viaje a McAllen, Texas, está programado que el mandatario visite una comisaría de la Patrulla Fronteriza para participar en una mesa redonda sobre inmigración y seguridad fronteriza y que asista a una reunión informativa sobre seguridad en la zona. No obstante, Trump ha expresado sus dudas acerca de que esta visita vaya a cambiar las cosas, mientras reitera su demanda de financiación para un muro que ha sido su promesa estrella desde la campaña electoral. McAllen está en el Valle del Río Grande, la parte de la frontera que registra más cruces ilegales a territorio estadounidense.
La visita se producirá después de que el presidente abandonara abruptamente este miércoles una reunión con líderes del congreso en la Casa Blanca. "Acabo de salir de la reunión con Chuck y Nancy, una pérdida total de tiempo", dijo Trump en su cuenta de Twitter mientras que los líderes demócratas se quejaban ante los periodistas de que el gobernante hubiera dado por terminada la reunión por su cuenta.
El encuentro en la Sala de Crisis de la Casa Blanca duró apenas 14 minutos. Según los demócratas, le pidieron al presidente que reabra el gobierno pero este les respondió que si lo hacía no le darían el dinero para el muro. Según los republicanos, la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, dijo al mandatario que no financiaría el muro fronterizo incluso si terminaba el cierre del gobierno.
Según el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, Trump dio un manotazo en la mesa tras la negativa de Pelosi. "Entonces no tenemos nada que discutir", dijo el mandatario según Schumer. Pero de acuerdo con la versión de los republicanos, el presidente, que repartió caramelos al inicio del encuentro, no levantó la voz ni golpeó la mesa.
Las fallidas conversaciones han generado especulaciones sobre una posible declaración de Trump de una emergencia nacional para dar el visto bueno al muro por su cuenta, si el Congreso no aprueba la partida económica que reclama. "Creo que podríamos llegar a un acuerdo, y si no, yo podría ir por ese camino”, señaló Trump.
Un resultado está claro: el cierre parcial del gobierno no tiene un desenlace claro a la vista. Los demócratas ven la idea de construir un largo e impenetrable muro como inefectiva e incluso inmoral. Trump considera que es absolutamente necesario para frenar lo que califica como una crisis de inmigración ilegal y tráfico de drogas y de personas en la frontera.