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Trump dice ahora que no prometió que México pagaría su muro. Pero incluso explicó cómo le obligaría a hacerlo

“Cuando, durante la campaña, diría que México iba a pagarlo, obviamente nunca dije esto y nunca quise decir que iban a escribir un cheque", afirma el presidente. Pero en 2016 presentó un detallado plan sobre cómo lograrlo

El presidente, Donald Trump, ha asegurado este jueves que nunca prometió que México pagaría la construcción de un muro en la frontera, intentando desdecirse así de una afirmación que repitió durante la campaña electoral que le llevó a la Casa Blanca en 2016, como hace días ya intentó rectificar que la barrera vaya a ser un muro de cemento, apostando ahora por una valla de acero en su lugar.

“Cuando, durante la campaña, diría que México iba a pagarlo, obviamente nunca dije esto y nunca quise decir que iban a escribir un cheque”, ha asegurado hoy Trump, “dije que iban a pagarlo, lo están haciendo, lo están pagando con el increíble acuerdo económico llamado Estados Unidos-México-Canadá, el acuerdo USMCA”.

 Trump ha hecho estas declaraciones antes de partir hacia la frontera en Texas, donde defenderá su pulso con el Congreso para conseguir presupuesto para el muro. El presidente exige 5.700 millones de dólares, pero la Cámara de Representantes, controlada ya por los demócratas, sólo le ofrece 1.200 millones. Este conflicto político, que comenzó antes de Navidades cuando los republicanos aún controlaban el Congreso, ha llevado al cierre parcial del Gobierno federal desde hace 20 días, dejando sin sueldo a cientos de miles de trabajadores públicos.

Aunque ahora lo niegue, Trump sí prometió en repetidas ocasiones que México pagaría por el muro. “Construiré un gran, gran muro en la frontera sur, y haré que México pague por él”, dijo en junio de 2014. En julio de 2015, repitió: “Construiré un muro y México lo va a pagar y estará contento de hacerlo”. En esa ocasión añadió: “Y toda esa gente diciendo, ‘oh, no van a pagar, no van a pagar’, ellos no saben nada de cómo negociar, créeme, México pagará”.

En la primavera de 2016, el entonces candidato republicano desveló en su programa electoral cómo iba a lograr que México pagará su muro en tan solo tres días. El primer día propondría una regla para prohibir que los mexicanos en Estados Unidos puedan enviar remesas (sólo en 2017 mandaron 26.200 millones de dólares) a menos que puedan probar que no son inmigrantes indocumentados. El segundo día, México protestaría. El tercer día, Trump se ofrecería a eliminar esa regla a cambio de un pago único de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares.

Tras tomar posesión como presidente, Trump cambió el foco y empezó a presionar al Congreso para que, con dinero de los contribuyentes, financiara la construcción del muro. El año pasado requirió 25.000 millones de dólares para levantar a lo largo de una década su muro, del que hizo construir varios prototipos de cemento en California. Ahora requiere 5.700 millones para, entre otras medidas, levantar 234 millas de valla de acero (de un total previsto de entre 700 y 900 millas).

Insiste el presidente en que ese dinero se pagará gracias a los beneficios del tratado comercial firmado el año pasado con México y Canadá para sustituir al conocido como NAFTA o TLCAN, aunque el acuerdo no incluye ninguna cláusula en ese sentido, y la Casa Blanca ha indicado que no se aprobarán nuevas tasas. El acuerdo, en cualquier caso, todavía no está en vigor (debe ser refrendado por los Congresos nacionales), pero lo que sí continúa es el cierre del Gobierno federal, que según la propia Casa Blanca está dañando seriamente la economía estadounidense.