En su afán por conseguir dinero para construir una barrera que separe a Estados Unidos de México, el presidente menciona otras barreras. Está, por ejemplo, el muro que Israel erigió para mantener a raya a los palestinos que viven en las tierras ocupadas. También dice que hay un muro en el vaticano e incluso jura que ha visto uno en la casa del ex presidente Obama, aunque los medios de comunicación han dicho que se trata más bien de una cerca.
“Los muros funcionan”, dijo Trump en una reunión este miércoles con su gabinete. “Hay una razón por la cual los políticos y la gente acaudalada construye muros alrededor de sus casas y recintos. El presidente Obama recientemente construyó un muro en su recinto”.
Trump también escribió en su cuenta de Twitter que el muro de Obama era de 10 pies de altura. Aunque es verdad que se ha añadido una cerca alrededor de la casa de los Obama en Washington, no es cierto que haya un muro de 10 pies.
Pero el presidente no reparó en detalles, ocupado como está en convencer a los legisladores de la necesidad de su muro. Los demócratas han dicho en reiteradas ocasiones que de ningún modo financiarían el muro fronterizo. Y la falta de acuerdo ha llevado al Congreso a un callejón sin salida, cuya consecuencia más notable es la falta de presupuesto para mantener abierta una porción significativa del Gobierno federal.
Para David Bier, un especialista en inmigración del Cato Institute, una organización libertaria (a favor de la iniciativa privada), dijo que hay poco margen de comparación entre la seguridad privada y la seguridad fronteriza.
“No tiene sentido compararlas”, dijo Bier, señalando la diferencia entre que alguien se meta a tu casa y que un inmigrante entre al país buscando asilo.
Otra de las comparaciones predilectas de Trump es el Vaticano, la ciudad-Estado donde vine el jefe de la Iglesia Católica, actualmente el Papa Francisco.
"Cuando dicen que el muro es inmoral, bueno, entonces mejor hay que hacer algo con el Vaticano, porque el Vaticano tiene el muro más grande de todos", dijo Trump.
Gran parte de la Ciudad del Vaticano, rodeada por la ciudad de Roma, que es la capital de Italia y es un estado independiente, está fuera del alcance del público; pero los muros no bloquean todos los accesos. La Plaza de San Pedro no está detrás de ningún muro. Los museos del Vaticano están amurallados, pero el público puede ingresar con un boleto y un control de seguridad.
Las políticas de inmigración de Trump han suscitado críticas por parte del Papa Francisco, quien dijo en el pasado que cualquiera que quiera construir muros para mantener alejados a los migrantes "no es cristiano".
El ex asesor de Trump Sam Nunberg dijo que en algunos de estos ejemplos, Trump intentaba argumentar que sus oponentes están diciendo "haz lo que digo, no lo que hago".
Trump y sus aliados han citado repetidamente las barreras en Israel como prueba de que los muros son efectivos. Trump dijo que esta semana había hablado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y agregó que "en Israel, como saben, construyeron un muro. Dijo que el 99.9% funciona. Y también lo haría con nosotros".
Bier dijo que una comparación directa con la seguridad de la frontera de Israel es desafiante porque la frontera de los Estados Unidos es mucho más larga y tiene diferentes terrenos, incluidas las montañas, lo que plantea dudas sobre si construir un muro físico es el mejor enfoque.
"Creo que es justo decir que las barreras fronterizas facilitan la captura de personas que ingresan al país", dijo Bier. "La pregunta es si es tan efectivo en áreas donde el presidente quiere construir".
Sin un final de la lucha fronteriza a la vista, es probable que Trump mantenga sus comentarios sobre los muros, aunque haya enviado mensajes contradictorios sobre qué quiere construir.
Por ejemplo, su mensaje este jueves: "Pueden llamarlo muro. Pueden llamarlo barrera. Pueden llamarlo como quieran".