El homicidio de Mollie Tibbetts, que tenía 20 años de edad, presuntamente asesinada por un indocumentado mientras corría, fue utilizado por quienes rechazan la inmigración y hasta el presidente Donald Trump usó el caso.
Sin embargo, la familia de la joven no sólo rechazó sumarse a los ataques de inmigrantes, sino que decidió proteger a un joven cuyos padres lo dejaron solo en la comunidad de Brooklyn, Iowa, donde recibió ataques por ser hijo de extranjeros.
Laura Calderwood decidió albergar al adolescente, Ulises Félix, quien también es amigo de su hijo adolescente, Scott, luego de que sus padres migrantes comenzaron a recibir amenazas y abandonaron la zona rural de Brooklyn, según el Washington Post.
El joven encontró con los Tibbetts un nuevo hogar, donde Laura prometió prometido cuidarlo en ausencia de sus padres.
Ella lo trata con el mismo cariño que a su hijo, se preocupa porque haga sus labores, se alimente adecuadamente y lo escucha hablar sobre sus prácticas deportivas.
El mexicano Cristhian Bahena Rivera, de 24 años, fue quien se declaró culpable por la muerte de Mollie, aunque todavía no hay una sentencia en su contra.
Tras la muerte de su hija, los Tibbetts rechazaron sumarse a los ataques a hispanos y criticaron a quienes así lo hicieron.
“Al principio, los políticos y los expertos usaron la muerte de Mollie para promover varias agendas políticas. Les hicimos un llamamiento y amablemente se detuvieron… Tristemente, otros han ignorado nuestra solicitud“, lamentó el Rob Tibbetts en su texto en el Des Moines Register. “En su lugar, han elegido distorsionar cruelmente y corromper la trágica muerte de Mollie para promover una causa a la que ella se opuso vehementemente“.