IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Último adiós a Jakelin Caal mientras EE.UU. reconoce muerte del otro niño migrante. Van dos en un mes

El padre de la pequeña, Nery Caal, lloraba y se tapaba la cara con un paño desde EE.UU. mientras asistía al entierro de su hija a través de una videollamada
Amigos y familiares llevan el ataúd con los restos de Jakelin Caal, una niña guatemalteca de 7 años, que murió bajo custodia de la Patrulla Fronteriza.
Amigos y familiares llevan el ataúd con los restos de Jakelin Caal, una niña guatemalteca de 7 años, que murió bajo custodia de la Patrulla Fronteriza. REUTERS / REUTERS

Después de realizar un recorrido por la recóndita comunidad de San Antonio Secortéz, al norte de Guatemala, primero frente a la casa de su abuelo, luego al hogar de su mamá y a la iglesia, el cuerpo de Jakelin Caal Maquín ha ingresado este martes en el cementerio para su último adiós. Decenas de personas han acompañado a la familia de la menor de siete años, fallecida el 8 de dieciembre en EE.UU. bajo custodia de la Patrulla Fronteriza. La agencia ha informado de una segunda muerte de un menor bajo su custodia este mes.  

Apenas un mensaje con su nombre escrito en el cemento fresco, a pulso de la mano, se lee en la lápida de quien fuera una de las alegrías de la familia Caal Maquín y que, según cuenta el abuelo Domingo Caal, decidiera acompañar a su padre, Nery Caal, en su odisea hacia territorio estadounidense.

 

La familia, vecinos y amigos despidieron en el caserío San Antonio Secortéz, al norte de Guatemala, a Jakelin Rosmery Caal Maquín.
La familia, vecinos y amigos despidieron en el caserío San Antonio Secortéz, al norte de Guatemala, a Jakelin Rosmery Caal Maquín.EFE / EFE

La familia, vecinos y amigos despidieron en el caserío San Antonio Secortéz, al norte de Guatemala, a Jakelin Rosmery Caal Maquín /EFE

 

Relacionado: Triste Navidad para la familia de Jakelin, la niña que murió bajo custodia de la Migra 

 

Los Caal hipotecaron el terreno de su propiedad y pagaron una cuantiosa suma a coyotes para llegar hasta la frontera de México con EE.UU., donde la Patrulla Fronteriza detuvo el 6 de diciembre a unas 163 personas, separó al padre y a su hija y, 48 horas más tarde, admitió que había fallecido la menor guatemalteca de origen maya q'eqchi' por supuesta deshidratación. 

 

Claudia Maquin, madre de Jakelin Caal.
Claudia Maquin, madre de Jakelin Caal.REUTERS / REUTERS

Claudia Maquin, madre de Jakelin Caal /Reuters

 

El domingo por la tarde la Cancillería de Guatemala repatrió el cuerpo de Jakelin Caal en solitario, mientras el padre permanece en EE.UU. a la espera de conseguir el permiso para trabajar allí y poder enviar recursos a la familia para salir de la pobreza extrema en la que viven.

 

Relacionado: Congresistas hallan "fallos perturbadores" en torno a la muerte de niña guatemalteca

 

Mientras amigos, vecinos y familiares de Jakelin oraban por ella en una ceremonia evangélica, su padre, Nery Caal, lloraba y se tapaba la cara con un paño a distancia, a través una videollamada en un teléfono celular que sostenía su hermano. 

Claudia Maquín, la madre de Jakelin y otros tres hijos, una de apenas 6 meses de edad, enrojecida de la tristeza pero con apenas un hilo de llanto, se despidió de su hija en casa, cuando la caravana que llevaba el ataúd pasó por allí, en su camino hacia el cementerio. 

 

Residentes locales asisten al funeral de Jakelin Caal.
Residentes locales asisten al funeral de Jakelin Caal.REUTERS / REUTERS

Residentes locales asisten al funeral de Jakelin Caal/ Reuters

 

Un recorrido de unos 45 minutos junto a decenas de personas llevó a la menor hasta el cementerio. Tanto el abuelo como la madre prefirieron quedarse en casa y no ver al féretro ingresar en el nicho.

La Cancillería guatemalteca ha pedido al Departamento de Estado estadounidense una investigación acerca de las razones de la muerte de la pequeña, así como el informe médico. 

El entierro ha coincidido con la notificación de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) acerca de la muerte de un segundo menor guatemalteco bajo su custodia, en el Estado sureño de Nuevo México.