El Servicio de Migración y Control de Aduanas incrementó considerablemente durante el 2018 las investigaciones en centros de trabajo sospechosos de emplear a inmigrantes indocumentados, lo que condujo a un gran aumento de los arrestos.
Según un informe publicado por ICE, los agentes migratorios completaron cerca de 7.000 inspecciones en estos centros de trabajo, una cifra que supera por mucho a la del 2017, en donde solo se llevaron a cabo 1.700 controles.
"ICE mantiene su compromiso de centrarse en las investigaciones criminales en los empleadores", dijo la agencia a The Huffington Post.
En ese sentido, las auditorías a los empleadores también vieron un alza. En lo que va de año, ICE ha realizado cerca de 6.000 intervenciones en comparación con las 1.300 del 2017.
“Reducir el empleo ilegal ayuda a construir otro nivel de seguridad fronteriza y reduce el delito que facilita el trabajo ilegal, desde las redes de tráfico de personas hasta los delitos colaterales asociados como el robo de identidad, el fraude de documentos y beneficios y la explotación de los trabajadores", dijo Derek N. Benner, director ejecutivo asociado de las Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).
Según la página web de ICE, de 2.304 arrestos en el 2018, 1.525 fueron detenciones administrativas, en donde se arresta a inmigrantes que no tienen permiso para trabajar. Otros 779 fueron considerados arrestos criminales.
"Los empleadores que utilizan una fuerza laboral ilegal como parte de su modelo de negocios ponen a las empresas que siguen la ley en una desventaja competitiva", agregó Benner.
De acuerdo con Randy Capps, director de investigación del Instituto de Política Migratoria, el aumento de las auditorías no es más que otra táctica de la administración Trump para crear el miedo entre las comunidades de migrantes en el país.
"Esto tiene un gran impacto en nuestras comunidades y reprime ampliamente a los inmigrantes indocumentaos de todo el país. Es otro motivo por el que estar asustado", expresó.
El gabinete de Donald Trump ha arreciado la persecución de inmigrantes, y muestra de ello fue la política de tolerancia cero, con la que el gobierno separaba a las familias que habían llegado a la frontera buscando asilo político en Estados Unidos. Bajo esta doctrina, miles de niños fueron arrebatados de sus familias y llevados a instituciones del gobierno.
Además de esto, las redadas por parte de ICE se han intensificado en todo el país, incluyendo los arrestos ocurridos cuando los migrantes asisten a las entrevistas para normalizar su status.