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El funeral de Bush muestra el disgusto contra Trump de los ex presidentes Obama, Clinton y Carter

La conversación se congeló cuando llegó Trump: le dio la mano a Obama, mientras los Clinton y Carter le ignoraban. "Es inusual que los ex presidentes sientan disgusto por el presidente", dice un historiador.

El funeral de Estado en honor del ex presidente George H.W. Bush ha ilustrado las tensiones entre el actual mandatario, Donald Trump,  y aquellos que le precedieron en la Casa Blanca.

Antes de que comenzara la ceremonia, sentado en la primera fila de la catedral nacional de Washington DC, los ex presidentes Barack Obama, Bill Clinton y Jimmy Carter (demócratas los tres), y sus esposas, charlaban relajados.

La llegada de Trump congeló la conversación.

Su esposa, Melania, fue la primera en acercarse, saludando a los Obama y a Clinton con un apretón de manos. Trump dio la mano también a los Obama, mientras Hillary Clinton miraba hacia el infinito, y los Carters parecían ni siquiera darse cuenta de su llegada.

A continuación  llegó el ex presidente George W. Bush, hijo del homenajeado. Él sí dio la mano a todos los mandatarios y sus esposas, e incluso pareció compartir un momento cómplice con Michelle Obama, deslizándole algo en la mano.

El apretón de mano entre Trump y Obama fue el primero desde la ceremonia de inauguración en Washington DC en enero de 2017. Trump no ha hablado tampoco con los Clinton desde aquel día, pese a la camaradería que suele unir históricamente a los ocupantes de la Casa Blanca más allá de su ideología política.

Tampoco George H.W. Bush parecía muy a gusto con Trump, al que llegó a calificar de arrogante y desagradable, según un libro de Mark K. Updegrove. Dijo además que había votado por Hillary Clinton en las elecciones de 2016 que llevaron a Trump a la Casa Blanca. Su hijo, George W. Bush, afirmó que no había votado ni por Trump ni por Hillary Clinton.

“Es inusual que una camarilla de ex presidentes de ambos partidos sientan disgusto por el presidente, y eso es lo que está pasando ahora”, ha explicado el historiador Douglas Brinkley a la agencia de noticias The Associated Press.