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Una madre perdió a su hija a manos de la pandilla MS-13, luego perdió su vida en un trágico suceso

La persona responsable de su muerte se declaró inocente del cargo de homicidio negligente en una corte de Nueva York este viernes.

La madre de una joven víctima de la pandilla MS-13 perdió la vida después de que una camioneta tipo SUV la atropellara, este viernes la persona que conducía el vehículo se declaró inocente del homicidio por negligencia criminal, reportó la agencia de noticias EFE.

La víctima, la neoyorquina Evelyn Rodríguez, había adquirido fama en el país por su cruzada contra la violencia de las pandillas. Fue herida de muerte en Brentwood (Long Island) en septiembre, luego de discutir con Anmarie Drago, una enfermera de 58 años, sobre la colocación de un memorial para su hija, Kayla Cuevas. Drago tiene vínculos con la propiedad cerca de donde el cuerpo de la adolescente fue hallado.

Drago fue acusada formalmente de homicidio por negligencia criminal, destrucción criminal y robo menor. Apareció en la corte este viernes con las manos esposadas por detrás de la espalda. Su abogado presentó la petición en su nombre. El cargo más alto conlleva una pena máxima de cuatro años en prisión, si es declarada culpable.

El abogado, Stephen Kunken, calificó el asunto como un "trágico accidente" y dijo que Drago extendió sus condolencias a la familia de Rodríguez. Después de la audiencia, la enfermera se escondió en la esquina de un ascensor, rodeada de oficiales de la corte, mientras los reporteros gritaban preguntas.

"Cuando colocó el memorial, Evelyn no tenía idea de que se uniría a Kayla ese día", dijo el fiscal de distrito Marc Lindemann al juez, Fernando Camacho.

Lindemann dijo que el padre de Kayla, Freddy Cuevas, advirtió a Drago dos veces que golpearía a Rodríguez si conducía su automóvil hacia adelante. Evelyn estaba a medio paso de la llanta delantera cuando el vehículo se lanzó hacia adelante, y ella agarró el faro antes de ser arrojada a la calle.

La muerte de Rodríguez se produjo dos años después del día en que se encontró el cuerpo de su hija. Cuevas y su mejor amiga, Nisa Mickens, de 15 años, caminaban cuando según la policía fueron emboscadas y asesinadas por miembros de la pandilla MS-13.

Sus muertes atrajeron la súbita atención a una serie de asesinatos de adolescentes en los suburbios de Long Island, que en gran parte habían pasado desapercibidos y, en algunos casos, no habían sido investigados por la policía.

Después de convertirse en presidente, Donald Trump visitó Brentwood y juró una reprimenda nacional contra la pandilla MS-13. Trump reconoció a los padres de Cuevas y Mickens en el discurso sobre el Estado de la Unión en enero.

"Su clamor fue ensordecedor, desde las calles de Brentwood hasta los pasillos del Congreso y los oídos del propio presidente", dijo el fiscal de distrito del condado de Suffolk, Timothy Sini, en su funeral.

Freddy Cuevas dijo después de la lectura de cargos que "de alguna manera se hizo justicia hoy".

Cuevas declaró ante el gran jurado que acusó a Drago y dijo que era importante que él estuviera allí para ver a la acusada ser llevada a la corte.

Admitió haber estado frustrado con el ritmo de la investigación, casi dos meses y medio, pero dijo que entendía que se necesitaba tiempo para construir el caso.

Algunos de los amigos de Rodríguez asistieron a la comparecencia y estaban molestos porque Drago había sido puesta en libertad bajo fianza.

Sini explicó que la fianza no era un castigo (es un mecanismo para garantizar que la persona aparezca en su próxima audiencia, so pena de perder el monto de la fianza) y dijo que no hay indicios de que Drago vaya a huir, dado que no tiene antecedentes penales, ha cooperado y ha entregado su pasaporte.