El Departamento de Salud ha eximido a los 2.100 trabajadores del centro de detención para inmigrantes indocumentados menores de edad en Tornillo (Texas) de los habituales controles de antecedentes criminales realizados por el FBI para evitar abusos a menores o casos de pederastia, según ha informado la agencia de noticias The Associated Press.
Un informe obtenido en exclusiva por esta agencia muestra que un ex director de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados firmó el permiso para no tener que realizar esos controles. Las empresas que trabajan en el centro de detención aseguran sin embargo que tienen otros sistemas de vigilancia.
En el centro de Tornillo están custodiados 2.349 jóvenes, en su mayoría centroamericanos, de entre 13 y 17 años, llegados a la frontera sin padres ni tutores. La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (dependiente del Departamento de Salud) mantiene a más de 14.000 menores indocumentados en todo el país, a los que ha sido incapaz o no ha querido encontrar aún una familia de acogida para que vivan mientras se resuelve su petición de asilo.
Al menos dos trabajadores de centros para menores inmigrantes en Arizona y Florida han sido detenidos este año por presuntos abusos sexuales contra adolescentes en albergues bajo responsabilidad del Departamento de Salud.