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México reforzará seguridad fronteriza por cruce de migrantes

México se comprometió el domingo a reforzar la seguridad cerca de su frontera con Estados Unidos y las autoridades locales informaron del arresto de 39 migrantes después de que una marcha pacífica desencadenó un caos luego de que agentes estadounidenses lanzaron gases lacrimógenos a México para intentar detener a los migrantes que cruzaron la frontera.

TIJUANA, México (AP) — México se comprometió el domingo a reforzar la seguridad cerca de su frontera con Estados Unidos y las autoridades locales informaron del arresto de 39 migrantes después de que una marcha pacífica desencadenó un caos luego de que agentes estadounidenses lanzaron gases lacrimógenos a México para intentar detener a los migrantes que cruzaron la frontera.

La Secretaría de Gobernación informó el domingo que deportará de inmediato a quienes intentaron ingresar “violentamente” a Estados Unidos desde Tijuana. En tanto, el gobierno municipal de Tijuana dijo que más de tres docenas de migrantes fueron arrestados por perturbar la paz y otros cargos derivados de la marcha y los sucesos posteriores.

La gran mayoría de los más de 5.000 migrantes centroamericanos que acamparon durante más de una semana en un complejo deportivo de Tijuana volvieron al albergue improvisado para formarse para recibir alimentos y recuperarse de una tarde perturbadora.

Lurbin Sarmiento, de 26 años y originaria de Copán, Honduras, caminó al complejo deportivo junto a su hija de 4 años, ambas perturbadas, por lo que acababa de suceder entre el Río Tijuana y la frontera con Estados Unidos.

Ella se encontraba en el fondo del río — un drenaje de concreto con apenas un hilillo de agua — cerca de la frontera junto a su hija al momento en que los agentes estadounidenses lanzaron los gases lacrimógenos.

“Corrimos pero siempre nos alcanzó el zumo y mi niña se estaba ahogando”, dijo Sarmiento. Señaló que nunca se hubiera acercado tanto con su hija su hubiera sabido que iba a haber gases.

El gas alcanzó a cientos de migrantes que protestaban cerca de la frontera, cuando algunos de ellos intentaron cruzar la barda y el alambre que divide a ambas naciones. Las autoridades estadounidenses cerraron durante varias horas el cruce fronterizo de San Ysidro, el más transitado del país.

La situación se deterioró después de que el grupo comenzó una protesta pacífica para pedir a Estados Unidos que acelere el proceso de solicitudes de asilo para los migrantes centroamericanos estacionados en Tijuana.

La policía mexicana había impedido que pasaran por un puente que conduce al puerto de ingreso en México, pero los migrantes empujaron a los agentes y cruzaron el río Tijuana debajo del puente. Aunque en la otra ribera había más policías antimotines, los centroamericanos caminaron por el río hasta un área donde sólo un dique de tierra y alambre de púas los separaban de los agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense.

Entonces algunos intuyeron que había una oportunidad de cruzar.

Un reportero de The Associated Press vio a agentes estadounidenses disparar varios cartuchos de gas lacrimógeno después de que algunos migrantes intentaron penetrar la frontera a través de varios puntos. La televisora mexicana Milenio mostró imágenes de personas subiendo cercas y arrancando láminas de metal para ingresar en suelo estadounidense

La hondureña Ana Zúñiga, de 23 años de edad, dijo que vio a los migrantes abrir un pequeño hueco en entre el alambre de navajas del lado mexicano de un dique, ante lo cual los agentes arrojaron los cartuchos.

Los niños gritaban y tosían en el caos que se desató por el gas, el cual fue arrastrado por el viento hacia personas que estaban a cientos de metros de distancia.

“Corrimos, pero cuando uno corre más le asfixia el humo”, le dijo a la AP mientras cargaba a su hija Valery de 3 años.

A algunos metros de distancia en el lado estadounidense, compradores ingresaban y salían de un centro comercial, que finalmente cerró sus puertas.

Durante todo el día, helicópteros de la Patrulla Fronteriza estadounidense sobrevolaron la zona, mientras que agentes vigilaban detrás de la cerca en California. Los cruces peatonales en el puerto de San Ysidro fueron cerrados tanto en las instalaciones en el este como en el oeste, indicó la oficina de la Patrulla Fronteriza en San Diego vía Twitter. Todo el tránsito norte-sur y viceversa dejó de fluir. A diario, más de 100.000 personas ingresan a Estados Unidos desde ese punto.

Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), dijo en un comunicado que las autoridades estadounidenses seguirán manteniendo una presencia “robusta” en la frontera suroccidental y que entablarán acciones judiciales contra cualquiera que dañe propiedad federal o viole la soberanía de Estados Unidos.

“El DHS no tolerará este tipo de desorden y no titubeará en cerrar los puertos de ingreso por razones de seguridad pública”, afirmó.

Más de 5.000 migrantes han estado acampando en el interior y en los alrededores de un complejo deportivo en Tijuana tras recorrer México en las últimas semanas como parte de una caravana. Muchos tienen la esperanza de solicitar asilo en Estados Unidos, pero los agentes en San Ysidro están procesando menos de 100 peticiones diarias.

Ireneo Mújica, que ha acompañado a los migrantes durante semanas como parte del grupo activista Pueblo Sin Fronteras, dijo que el objetivo de la marcha del domingo hacia la frontera con Estados Unidos era hacer que la difícil situación de los migrantes sea más visible para los gobiernos de México y Estados Unidos.

“No podemos tener a toda la gente allí”, le dijo Mújica a la AP.

Juan Manuel Gastélum, alcalde de Tijuana, declaró el viernes una crisis humanitaria en esta ciudad fronteriza de 1,6 millones de habitantes, que dice pasa apuros para darle alojamiento a la gran cantidad de migrantes.

El presidente estadounidense Donald Trump expresó el domingo en Twitter su descontento con las caravanas en México.

“Sería muy inteligente si México detuviera a las caravanas mucho antes de que lleguen a nuestra frontera sur, o si los países de donde provienen no les permitieran crearlas (es una forma de que saquen a ciertas personas de su país y las echen a Estados Unidos. Pero ya no)”, escribió.

La Secretaría de Gobernación informó el domingo que México ha enviado a 11.000 centroamericanos de vuelta a sus países de origen desde el 19 de octubre. Indicó que 1.906 de ellos eran integrantes de las últimas caravanas.

México se encamina a deportar a unos 100.000 centroamericanos para fines de año.

La periodista de The Associated Press Amy Guthrie contribuyó con este despacho desde la Ciudad de México.