General Motors ha anunciado este lunes el despido de 14.700 trabajadores en Estados Unidos y Canadá, y el posible cierre de hasta cinco factorías de automóviles.
La compañía ya había advertido al presidente, Donald Trump, que la imposición de aranceles y la guerra comercial con China y otros países podría provocar un recorte de empleos. La fabricante de motocicletas Harley-Davidson también avisó de esto en febrero, y recibió un brutal ataque del presidente en redes sociales y amenazas de represalias fiscales.
El plan de recortes anunciado por General Motors hoy afectará a 8.100 trabajadores de traje y a 6.600 operarios de factoría; en total, el 15% de sus empleados en Norteamérica.
Las plantas de automoción afectadas producen carros que dejarán de venderse en Estados Unidos el año que viene, por lo que podrían cerrar o dedicarse a vehículos diferentes (SUV y camionetas). Entre ellas, podrían estar las fábricas de Detroit (Michigan), Lordstown (Ohio) y Oshawa (en Ontario, Canadá), y las de Warren (Michigan) y Baltimore (Maryland).
General Motors cuenta con 180.000 trabajadores en todo el mundo, e incluye, entre otras, las marcas Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC. Según ha anunciado hoy, estos recortes le permitirán ahorrar 6.000 millones de dólares antes de 2020. Su máxima ejecutiva, Mary Barra, ha asegurado que no se trata de prepararse para una crisis económica inminente, y ha recalcado su interés en reforzar la producción de carros eléctricos y autónomos (sin conductor).