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Una clínica la ayudó a encaminar su vida. Esta latina se hizo doctora y ahora la dirige

"Tengo un origen latino, y existe esta actitud de que estás bien, no hay nada de malo en ti. Mi madre sintió que había fracasado como madre porque yo necesitaba ayuda", explica.

Hace décadas, Angela Díaz estuvo a punto de ser una desertora escolar. A pesar de tener buenas notas, la joven inmigrante de la República Dominicana pasaba días en su casa, negándose a salir.

Un día llegó al Centro de Salud Adolescente de Monte Sinaí en la ciudad de Nueva York.

"Me ayudaron a entender por lo que estaba pasando y me trataron por depresión", dijo Díaz. "Me animaron y me hicieron regresar a la escuela y graduarme".

Para Díaz, la visita resultó ser un cambio de vida. Luego pasó a la Universidad de Columbia y la Universidad de Harvard. Se convirtió en doctora, y desde 1989 ha sido la directora del mismo centro que ayudó a encarrilar su vida.

La instalación, que celebra su 50 aniversario este año, se estableció en 1968 como el primer programa de salud primaria de la ciudad para atender las necesidades específicas de los adolescentes. Atiende a unos 12,000 pacientes al año de la región de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. Ubicado en el Upper East Side de Manhattan, está cerca del vecindario de East Harlem.

El centro ofrece servicios de salud física y mental, desde la atención primaria de salud hasta el asesoramiento y la planificación familiar.

“Puedes conseguir lentes aquí, o un examen físico. Tenemos programas para la protección contra el VIH, para la crianza de los hijos y para ayudar a los jóvenes transgénero; obtenemos medicamentos para nuestros clientes cuando los necesitan, o incluso les damos MetroCards", relató Díaz.

El costo no es un problema; los servicios son gratuitos si los pacientes no tienen acceso a un seguro o Medicaid. El Centro está financiado por subvenciones y reembolsos del gobierno, así como por donantes públicos y privados.

Más importante aún, su misión no ha cambiado desde los días en que Díaz estuvo allí como paciente. Su foco está en la juventud; atiende pacientes hasta los 22 años y sus servicios son confidenciales.

"Este es un centro para adolescentes", dijo Díaz. "Nuestros adolescentes me dicen que vienen aquí porque se sienten bienvenidos, respetados, conectados, y no juzgados".

Al servicio de una comunidad tan necesaria

En todo el país, muchos hispanos no reciben servicios de salud culturalmente competentes. Sin embargo, hay una necesidad de centros como este, especialmente para los jóvenes. Mientras que en 2014 los latinos eran menos de un cuarto (23 por ciento) de los jóvenes estadounidenses entre las edades de 10 y 19 años, para el 2050 los latinos serán aproximadamente un tercio (31 por ciento) de los preadolescentes y adolescentes de la nación.

Además, los hispanos generalmente están retrasado en relación con otros grupos en el acceso a la atención de salud mental.

Una ex paciente, Selena Padilla, dijo que cuando buscó asesoramiento para la depresión por primera vez, tuvo que convencer a su madre de que no se trataba de problemas por su crianza y no era su culpa.

"Tengo un origen latino, y existe esta actitud de que estás bien, no hay nada de malo en ti. Mi madre sintió que había fracasado como madre porque yo necesitaba ayuda", dijo Padilla.

Padilla encontró un sentido de comunidad y apoyo en el Centro, y recientemente regresó para una pasantía. Ella ahora planea asistir a la universidad.

A través de su trabajo con clientes jóvenes, Angela Díaz y el personal del Centro esperan continuar produciendo resultados saludables y vidas productivas.

Trabajar en el Centro que una vez la salvó le da a Díaz la empatía en las vidas de sus jóvenes clientes.

"En todo el tiempo que he estado en esta clínica, nunca, ni un solo día, me he sentido agotada. Eso es porque veo el cambio", dijo Díaz. “Cada persona que viene aquí, su vida mejora un poco. Incluso si contribuimos un poco a su desarrollo, eso hace una gran diferencia. Es increíble lo bien que les va".

"Me veo en estos niños", agregó. "Sé que estos niños tienen talento y potencial, y con un poco de ayuda, pueden tener éxito".