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Investigación devela que el nuevo fiscal general de Trump cobró 1,2 millones de origen dudoso

Según The Washington Post, Matthew Whitaker cobró entre 2014 y 2017 de una organización sin ánimo de lucro de la que era el único trabajador y cuya financiación es dudosa
El fiscal general en funciones, Matthew Whitaker, en  la ceremonia anual del día de Agradecimiento a los Veteranos del departamento de Justicia, el jueves 15 de noviembre de 2018, en el Departamento de Justicia de Washington.
El fiscal general en funciones, Matthew Whitaker, en  la ceremonia anual del día de Agradecimiento a los Veteranos del departamento de Justicia, el jueves 15 de noviembre de 2018, en el Departamento de Justicia de Washington. AP / AP

El fiscal general en funciones, Matthew Whitaker, cobró 1,2 millones de dólares entre 2014 y 2017 de una organización sin ánimo de lucro de la que era el único trabajador y cuya financiación es dudosa, según ha publicado este miércoles The Washington Post.

Whitaker, nombrado por el presidente, Donald Trump, tras el despido de Jeff Sessions, se incorporó a esta organización, la Foundation for Accountability and Civic Trust (FACT), tras mudarse a Washington en 2014. Según su web, se define como una nueva organización sin fines de lucro dedicada a exponer conductas poco éticas de funcionarios públicos.

El Washingtog Post dice en su artículo que no pudo establecer ni el origen de la financiación de FACT ni el de la propia organización, fundada en 2012 bajo un nombre diferente.

Un portavoz de de la organización ha dicho al diario que la organización no está obligada a revelar su fuente de financiación, aunque declaraciones de impuestos a las que tuvo acceso el rotativo revelan que parte del dinero llegó de DonorsTrust, una organización utilizada para hacer donaciones anónimas a entidades conservadoras.

"Como casi todas las organizaciones sin ánimo de lucro, incluidas aquellas con objetivos similares, FACT no está obligado a revelar la información de sus donantes. Esto protege los derechos de libertad de expresión de todos los donantes de los grupos", apunta el portavoz.

Cuando Whitaker fichó por FACT, trabajaba como abogado en Iowa por un salario de 79.000 dólares anuales. En la capital federal su salario como presidente de FACT se disparó alcanzando 1,2 millones de dólares en unos tres años.

Whitaker trabajaba como jefe de gabinete de Sessions cuando Trump lo nombró fiscal general de forma interina. Su nombramiento generó mucha polémica ya que como fiscal general, Whitaker pasó a supervisar la investigación sobre la trama rusa que dirige el fiscal especial Robert Mueller, de la cual es un fuerte crítico.