Las autoridades mexicanas están impidiendo a niños y jóvenes inmigrantes que viajan solos que puedan acceder a los puertos fronterizos estadounidenses para solicitar asilo, según denuncia la organización sin ánimo de lucro Al Otro Lado.
De acuerdo con esta denuncia, niños ayudados por estos activistas han tenido que regresar a Tijuana después de que oficiales mexicanos les impidieran sumarse a la fila para pedir asilo, sin ofrecerles explicación alguna, según reporta la web informativa Vox. De hecho, los jóvenes fueron amenazados con que, si lo intentaban, serían puestos en manos de una “agencia de custodia infantil”, según la declaración jurada presentada por la organización ante una corte este fin de semana.
El presidente estadounidense, Donald Trump, suspendió de forma temporal el derecho a asilo de inmigrantes que trataran de cruzar sin permiso la frontera, aunque una corte federal canceló esa orden al considerarla ilegal. Sin embargo, cualquier ciudadano de cualquier país tiene derecho a pedir asilo en los puertos de entrada a Estados Unidos.
“He hablado con una docena de niños y todos han estado ahí un buen número de semanas”, ha explicado la abogada Mary Bauer, de la organización Southern Poverty Law Center, “y se les ha dicho que si intentan ponerse en la lista [para pedir asilo] serán llevados bajo custodia”. La Agencia de Inmigración mexicana no ha respondido a la petición de explicaciones realizada por Vox.
Cada mañana, explica Vox, los oficiales estadounidenses informan a la agencia mexicana de cuánta gente podrá pedir asilo ese día (generalmente, alrededor de un centenar), y las autoridades mexicanas se lo comunican a la persona que está al cargo de anotar en un cuaderno el nombre de aquellos que quieren hacerlo. Antes de la llegada de la caravana con entre 4.000 y 6.000 centroamericanos, la semana pasada, en el cuaderno había anotados ya unos 2.000 nombres.
Según la denuncia judicial, los menores no pueden anotar su nombre a menos que puedan probar documentalmente que van acompañados por sus padres. La lista no la maneja directamente la Agencia de Inmigración, pero, según Vox, está bajo control de su brazo humanitario, el Grupo Beta. Y a la persona que la custodia, la guardan oficiales mexicanos. Según estas fuentes, no hay pruebas de que Estados Unidos esté al corriente de estas prácticas.
Más de 14.000 menores de edad que llegaron al país sin acompañantes están ahora bajo custodia de las autoridades estadounidenses, a la espera de ser colocados en familias de acogida mientras se tramita sus peticiones de asilo. Es una cifra récord, fruto de la avalancha de jóvenes y familias centroamericanas en la frontera, huyendo presumiblemente de la pobreza y la violencia en sus países.