Este lunes ha comenzado en Nueva York, con la selección del jurado, el juicio al narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán, apodado El Chapo y condenado ya en México como líder del cartel de Sinaloa.
Esta mañana sólo se ha entrevistado a 20 personas, y en el transcurso de la semana un total de 100 candidatos serán evaluados. Por lo pronto, cinco candidatos ya fueron desechados y otra persona no se presentó.
Los 12 hombres y/o mujeres que decidirán este proceso judicial están siendo elegidos por la Fiscalía y la defensa (entre cientos de nombres seleccionados al azar) a partir de un cuestionario, entre estrictas medidas de seguridad, y a puerta cerrada (solo cinco reporteros pudieron asistir a la vista).
A los candidatos se les ha preguntado si conocía a Guzmán o estaban al corriente de su pasado como despiadado capo en México, sobre su opinión acerca de la legalización de la marihuana, su conocimiento del español, o su actitud acerca de la policía y de los narcotraficantes arrepentidos que deciden colaborar con la justicia. Guzmán, vestido con traje oscuro y camisa blanca de cuello abierto en vez de su habitual uniforme de preso, asistió a la vista en la corte federal de Brooklyn.
El Chapo se ha declarado inocente de los cargos que pesan en su contra (tráfico de drogas, lavado de millones de dólares, asesinatos y torturas, etcétera). El juicio debería comenzar el 13 de noviembre y durar un máximo de cuatro meses. Si es considerado culpable, podría pasar el resto de su vida en prisión.
La mayoría de candidatos a formar parte del jurado dijeron que el nombre de Guzmán les “sonaba familiar”; algunos dijeron estar al tanto de cómo se escapó de la cárcel en México, o recordaban la entrevista que le hizo el actor Sean Penn cuando se encontraba huido de la justicia en México. Una mujer fue descartada como jurado por decir: “Me siento muy mal en relación con las drogas”; otro candidato fue rechazado por haber leído, según dijo, un artículo sobre Guzmán.