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Caravana migrante cambia sus planes y sigue por una ruta más peligrosa tras rechazo de México de facilitar autobuses

"El intento de viajar en autobús fracasó",dice uno de los coordinadores, Walter Cuello. La caravana ha retomado a las 3 a.m. el camino hacia  Santa Maria Jalapa del Marqués, a unas 35 millas al oeste.

Este miércoles, los cerca de 4,000 integrantes de la primera caravana, ya bastante cansados, recuperaban fuerzas en Juchitán, en el estado mexicano de Oaxaca. Mientras, un grupo de portavoces trataba de negociar con las autoridades que los pusieran autobuses para continuar el camino hacia EE.UU, pero llegaron las malas noticias: volverían a caminar antes del amanecer del jueves. "El intento de viajar en autobús fracasó", reconoció uno de los coordinadores, Walter Cuello. Como consecuencia han alterado la ruta programada y continúan por una más peligrosa. En lugar de caminar hacia el oeste, en dirección a Santa Maria Jalapa del Marqués, han retomado hacia el este, hacia la ciudad Matías Romero, en el estado mexicano de Oaxaca.

Así, aprovechando las bajas temperaturas de la noche, la caravana ha retomado a las 5 a.m. el camino. Según informa el enviado especial de Noticias Telemundo, Paco Cuevas, las autoridades han rechazado habilitar algunos autobuses para transportar a las mujeres y los niños más afectados. En esta situación, en lugar de seguir una ruta más segura por la ciudad de Oaxaca, capital del estado con el mismo nombre, la caravana ha decidido continuar a través del estado de Veracruz. Esta zona es mucho más peligrosa ya que está controlada por muchos carteles del narco. 

Agotados por días de largas caminatas, muchos migrantes han abandonado y regresado a sus hogares o han solicitado protección en México. En este día de descanso en Juchitán, personal de la Cruz Roja vendó los pies hinchados del agricultor hondureño Omar López, quien ha estado caminando sobre el asfalto caliente de las autopistas todos los días en las últimas dos semanas y ha pasado noches en aceras de concreto con solo una delgada sábana de plástico para cubrirse. López dijo que jugar al fútbol en casa le había dado resistencia, pero la caminata "exagerada" le ha pasado factura. "Prometí comprarle a mi hijo una motocicleta de verdad y lo haré. Le prometí muchas otras cosas ...no solo cosas, también quiero darles educación. Todo lo bueno cuesta dinero", dice.

Respecto a la negación de las autoridades mexicanas a facilitar transporte a la caravana, se ha pronunciado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders. “Han ayudado a detener muchos de los medios de transporte de estas personas en estas caravanas, obligándolos a caminar. Nos han ayudado de una nueva manera a frenar esto, a romperlo y evitar que se mueva tan agresivamente hacia Estados Unidos”, ha dicho a Fox News.

De hecho, el gobierno mexicano ha adoptado posturas bastante contradictorias para ayudar u obstaculizar la caravana. En la primera semana de la caravana, la policía federal mexicana a veces impuso reglas de seguridad poco claras, obligando a los migrantes a abandonar los minibuses pagados y alegando normas de seguros. También detuvieron algunas camionetas sobrecargadas que transportaban migrantes y los obligaron a bajarse. Pero en los últimos días, funcionarios de la agencia mexicana de protección a los inmigrantes han organizado viajes para mujeres y niños con dificultades.

Según el secretario del Interior de México, Alfonso Navarrete Prida, unos 2,300 migrantes han solicitado quedarse en México bajo un plan del gobierno, y cientos más han aceptado la repatriación asistida.

Un segundo grupo más pequeño, de alrededor de 1,000 migrantes, está a más de 200 millas por detrás de la primera caravana. Un tercer grupo, de unas 500 personas de El Salvador, llegó a Guatemala y un cuarto grupo de unos 700 partió de la capital salvadoreña este miércoles. En total, las cuatro caravanas representan el flujo promedio de migrantes que llega a Estados Unidos en tan solo unos días según los datos de los últimos años. Mientras, Donald Trump ha dicho este miércoles que el número de soldados enviados a la frontera podría llegar a 15,000.

La caravana inicial, que partió el 13 de octubre de Honduras, se ha reducido significativamente desde su pico estimado de más de 7,000 migrantes. Una caravana en la pasada primavera acabó con cerca 200 personas en la frontera de Estados Unidos en San Diego.