IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

"Aquí no hay ningún terrorista", responde la caravana de inmigrantes a Trump

El presidente dice, sin pruebas, que entre los inmigrantes hay “criminales y personas desconocidas de Medio Oriente”. Pero activistas dicen que es un "éxodo" que huye "del hambre y la muerte".

 “Aquí no hay ningún terrorista”, ha asegurado este lunes Denis Omar Contreras, considerado por la agencia de noticias The Associated Press como uno de los líderes de la caravana de inmigrantes que cruza México en dirección a la frontera estadounidense. Horas antes, el presidente, Donald Trump, afirmó en la red social Twitter que en la caravana viajan “criminales y personas desconocidas de Medio Oriente”, dando a entender que podría tratarse de terroristas, puesto que lo considera “una emergencia nacional” y asegura que ha “alertado” al Ejército.

Se trata de una afirmación racista, puesto que los ciudadanos de Oriente Medio (entre los que, por cierto, se incluyen los israelíes) no son terroristas por el mero hecho de haber nacido ahí, y la insinuación de que su presencia en la caravana es una “emergencia nacional” lleva a pensarlo. Se trata, además, de una afirmación sin fundamento: Contreras ha indicado que en la caravana sólo hay ciudadanos de Honduras (de donde partió hace poco más de una semana), El Salvador, Guatemala y Honduras; y ninguno de los periodistas que caminan con los inmigrantes, incluidos los de Telemundo, han informado de la presencia de elementos como los referidos por Trump.

Es una vergüenza que un presidente tan poderoso use la caravana para sus fines políticos”, ha indicado Irineo Mújica, un activista de la organización Pueblos Sin Fronteras que viaja junto a los inmigrantes. En su opinión, los ataques de Trump tienen como fin impulsar al Partido Republicano en las elecciones parlamentarias del 6 de noviembre. Además de acusar a los inmigrantes de criminales e insinuar sus posibles fines terroristas, el presidente ha culpado de la caravana, entre otros, al Partido Demócrata, una vez más sin prueba alguna. Es más, el propio Trump ha asegurado que la inmigración es un asunto que favorece electoralmente a los republicanos.

En opinión de Mújica, nadie está detrás de esta caravana, o al menos no directamente: “Nadie es capaz de organizar a tanta gente. Nadie. Es un éxodo”. Según este activista, las más de 7.000 personas que conforman la caravana (según cifras de Naciones Unidas) huyen del “hambre y la muerte”. Es decir, sí hay culpables directos de su huida: aquellos que contribuyen a causar su hambre y muerte.

La respuesta de Trump a la caravana no contribuirá a remediar estos dos problemas. Además de amenazar con militarizar la frontera (algo para lo que necesita el permiso del Congreso), el presidente ha insistido hoy en que cortará o “reducirá sustancialmente” la ayuda al desarrollo que Estados Unidos envía a Centroamérica. Guatemala, Honduras y El Salvador, los tres países mencionados por Trump en su mensaje de esta mañana en Twitter, recibieron más de 500 millones en total durante el año fiscal de 2017.

La caravana, que se encuentra ahora a la altura de la ciudad mexicana de Tapachula, se prepara para viajar a la frontera sin ruta definida por el momento; la pasada primavera, un grupo de más de un millar de inmigrantes organizado precisamente por Pueblo sin Fronteras cruzó México hasta la ciudad de Tijuana, donde pidieron asilo. Es un recorrido de unas 2.500 millas desde Tapachula, durante el que, en primavera, aquella caravana perdió a muchos de sus integrantes.

No está claro tampoco cuántos llegarán en esta ocasión: México está dispuesto a cortarles el paso, tanto por la fuerza (con policías fuertemente armados) como ofreciéndoles asilo y permisos de trabajo; además, cerca de 2.000 inmigrantes han regresado o han sido regresados ya a Honduras, según  el presidente guatemalteco, Jimmy Morales. Pero otros cientos han salido de Honduras para unirse a los que ya están de viaje, por lo que las cifras son fluidas. También su recorrido puede serlo, puesto que, tradicionalmente, los inmigrantes han optado por viajar a Reynosa (en la frontera con Texas) en vez de a Tijuana, que se encuentra sólo a 1.140 millas de Tapachula.

Sólo queremos trabajar, y si encuentro empleo en México, me quedaría,”, ha indicado la guatemalteca Ana Luisa España, “haríamos cualquier cosa, excepto cosas malas”.