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Integrantes de la caravana de migrantes denuncian separaciones familiares en México

Elena Urbina, una emigrante hondureña, busca a su hijo y nieto de ocho meses. Subieron a bordo de un camiíon y no los ha vuelto a ver.

Elena Urbina, una emigrante hondureña que viaja con la caravana denunció este lunes durante una conferencia de prensa en Chiapas, México, que no ha podido encontrar a su nieto de ocho meses luego de que fueran separados por las autoridades mexicanas al cruzar la frontera.

“Este mensaje es para inmigración: ¿por qué nos engañaron, por qué nos mintieron haciéndonos creer que nos iban a esperar nuestros familiares aquí en Tapachula?”, dijo Urbina.

Este fin de semana, las autoridades mexicanas pidieron a los migrantes que subieran a unos autobuses para ser trasladados a albergues en distintos puntos de Chiapas, donde sus solicitudes de refugio serían procesadas.

“La prioridad es salvaguardar los derechos humanos de los migrantes, por lo que se les planteó ingresar a los sectores más vulnerables para que sean atendidos y garantizar su buen estado de salud”, dijo el comisionado nacional de la Policía Federal cuando se planteó subir a los migrantes en autobuses, Manelich Castilla Craviotto.

Medios locales reportaron que los primeros en subir a los autobuses fueron personas vulnerables: niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.

Urbina consideró una injusticia que las autoridades mexicanas no hayan entregado a sus familiares en Tapachula, como afirma que éstas prometieron que lo harían. Urbina no ha vuelto a ver a su hijo Víctor Wilfredo Rodríguez ni a su nieto Osuel Rodríguez Hernández.

Las autoridades de inmigración mexicanas, contactadas para comentar sobre la posible separación de familias en la frontera, dijeron que de momento no están concediendo entrevistas.

“No se les ha dado ningún tipo de información en la búsqueda de sus familiares”, dijo en conferencia de prensa en Tapachula Brenda Ochoa, del Colectivo de Organizaciones de Derechos Humanos de la Sociedad Civil, refiriéndose a los autoridades de inmigración.

Ochoa dijo que no es posible calcular cuántos niños han sido separados de sus familiares “porque no nos dan información y también la información no ha sido transparente”.