Considerada por activistas como una extraña estrategia, la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está liberando a decenas de indocumentados, principalmente en Arizona.
Mientras el presidente Donald Trump se prepara para visitar esa entidad para un mitin preelectoral, las autoridades federales de inmigración han liberado “misteriosamente! a cientos de familias que llegan a la frontera sur del estado en busca de asilo en los Estados Unidos.
Los inmigrantes han sido dejados en iglesias y otros refugios por los autobuses de “La Migra”, una acción que ha sido bien recibida por los grupos de derechos de los inmigrantes, aunque ha desatado alertas.
A los defensores les preocupa que la liberación a gran escala de familias haya sido programada por el gobierno del presidente Trump como una forma de apoyar a candidatos republicanos antes de las elecciones de noviembre con la esperanza de inclinar la balanza a su favor, como a la representante Martha McSally.
ICE informó que el lunes comenzó a liberar a las familias en Arizona sin revisar completamente sus planes de viaje en respuesta a un aumento de familias que llegaban a la frontera y la falta de espacio para la detención, reportó USA Today.
Los adultos de la familia están equipados con un monitores electrónicos, liberados bajo la custodia de familiares que viven en los Estados Unidos, y se les da una audiencia en el tribunal de inmigración varias semanas después.
“Creo que lo están haciendo porque es un mes antes de la elección y quieren controlar una narrativa sobre una crisis a lo largo de la frontera que no existe”, dijo el reverendo Ken Heintzelman, pastor de la Iglesia de Cristo de Shadow Rock United.
La iglesia de Phoenix proporcionó alojamiento a 109 padres e hijos que fueron liberados por ICE la semana pasada, todos de Guatemala.