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Trump dice que Kavanaugh es "inocente" y le pide disculpas “en nombre de todo el país”

"Lo que le ocurrió a la familia Kavanaugh viola cualquier noción de justicia, decencia y debido proceso",dice el presidente y señala lo sucedido como campaña "de destrucción personal y política basada en mentiras"

El presidente Donald Trump, en una ceremonia en la Casa Blanca en la que Brett Kavanaugh ha jurado de nuevo su cargo al Tribunal Supremo, ha declarado, sin aportar pruebas, que se ha "demostrado" que el juez es "inocente" de las acusaciones de abusos sexuales de al menos tres mujeres y ha pedido disculpas a la familia. Kavanaugh juró el sábado su cargo como juez vitalicio del Supremo después de ser confirmado por un estrecho margen en el Senado.

"En nombre de todo el país, quiero disculparme con Brett y con toda la familia Kavanaugh por el dolor y sufrimiento que han tenido que pasar", ha dicho Trump al comenzar la ceremonia, flanqueado por Kavanaugh, su esposa y sus dos hijas. "Lo que le ocurrió a la familia Kavanaugh viola cualquier noción de justicia, decencia y debido proceso", ha agregado. Trump describió lo sucedido como una campaña "de destrucción personal y política basada en mentiras".

El mandatario ha emitido su veredicto:  "Se ha demostrado que usted, señor, es inocente", pesar de que ni el Senado ni el FBI han llegado a ninguna conclusión pública sobre la culpabilidad o inocencia del juez en lo relativo a las denuncias de abuso sexual.

"(Kavanaugh) es una persona justa, no está sesgado y es imparcial. Él entiende que la justicia debe estar divorciada de las pasiones del momento", ha defendido Trump. A finales de septiembre, el presidente no descartó que pudiera cambiar de opinión sobre el juez al escuchar el testimonio de Christine Blasey Ford, pero luego dejó claro que no la creía y llegó incluso a ridiculizarla en un mitin.

El mandatario considera "un insulto al pueblo estadounidense" que algunos activistas hayan planteado la posibilidad de que se inicie un proceso de destitución contra Kavanaugh, un trámite muy difícil de sacar adelante.

En la ceremonia en la Casa Blanca, Kavanaugh ha dado un discurso calmado y optimista. "El proceso de confirmación en el Senado fue contencioso y emocional. Ese proceso ha terminado. Mi objetivo ahora es ser el mejor juez que pueda ser. Asumo esta oficina con gratitud y sin ninguna amargura", ha asegurado. Ha tratado de distanciarse de la imagen partidista que dio en su testimonio ante el Senado, en el que llegó a atribuir las acusaciones a una campaña política para obtener "venganza en nombre de los Clinton" por la derrota electoral en 2016 de la candidata demócrata, Hillary Clinton.

"No me nombraron para servir a un partido o interés, sino a una nación. Todos los estadounidenses pueden estar seguros de que seré un juez independiente e imparcial", prometió Kavanaugh, y garantizó que el largo proceso de confirmación le "puso a prueba", pero no le "cambió".

A la ceremonia asistieron los ocho jueces que componen ahora junto a Kavanaugh el Supremo, y de los que cinco, incluido el nuevo miembro de la corte, tienen tendencia conservadora, mientras que cuatro son de orientación progresista.