Las Agencia Nacional de Gestión de Desastres ha elevado este miércoles a 1,407 la cifra de víctimas mortales tras el terremoto de magnitud 7,5 y el posterior tsunami que golpearon la isla de Célebes el pasado viernes, a medida que los rescatistas avanzan hacia áreas que han estado aisladas.
El portavoz de la agencia, Sutopo Purwo Nugroho, ha dicho este miércoles que 519 personas han sido enterradas. Mientras, la desesperación crece entre los supervivientes. Estos tienen escaso acceso a comida, agua y combustible. Según informa EL PAÍS, la llegada de la ayuda humanitaria se distribuye con cuentagotas por el estado ruinoso de puentes y carreteras, que han quedado prácticamente inutilizados.
Este martes se encontraron los cuerpos de 34 estudiantes de teología en una iglesia, según Aulia Arriani, una portavoz de la Cruz Roja y recoge la agencia AFP. 86 jóvenes que participaban en un campamento de estudio de la Biblia en el Centro de formación de la Iglesia de Jonoonge fueron declarados desaparecidos.
Arriani cuenta que esta zona de Siri Biromaru, al sureste de Palú, es de difícil acceso y los rescatistas tienen un pie para rescatar a las víctimas. "El problema más importante es caminar por el barro durante la hora y los medios de comunicación transportar los cuerpos", explica.
Las autoridades indonesias alertaron este lunes de que la cifra confirmada hasta ese momento de más de 844 muertos ascendería, debido a que grandes poblaciones costeras permanecen aisladas por los daños en los caminos y sistemas de telecomunicaciones. La mayor parte de las víctimas se concentra en Palu, con 821 muertos.