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En la audiencia del lunes Kavanaugh se juega los votos clave de varios senadores republicanos

El candidato de Donald Trump ya no tiene tan seguro un puesto en la Corte Suprema
El juez Brett Kavanaugh y el presidente Donald Trump hoy en la Casa Blanca.
El juez Brett Kavanaugh y el presidente Donald Trump hoy en la Casa Blanca. AP / AP

Pese a una encarnizada oposición de los demócratas, hasta hace poco la confirmación de Brett Kavanaugh como juez de la Corte Suprema parecía indiscutible.

Pero todo ha cambiado en menos de una semana luego que una mujer, ahora profesora de sicología clínica, acusara al candidato del presidente Trump de intentar violarla cuando estaba en la escuela secundaria.

El Comité Judicial del Senado ha convocado a ambos a testificar el lunes en lo que podría marcar el principio del fin para Kavanaugh.

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Christine Blasey Ford, de 51 años, enseña en la prestigiosa universidad de Palo Alto y dice sufrió un “intento de violación” por parte del ahora juez cuando estudiaban en una escuela secundaria de Washington DC.

La reacción de la Casa Blanca no ha sido la esperada. Trump no ha tuiteado al respecto y su asesora Kellyanne Conway declaró que Ford no debería ser insultada ni ignorada. Quizás consciente de la fuerza del movimiento MeToo y de la entrada de numerosas mujeres en la arena política, la Casa Blanca ha decidido ser más cuidadosa.

La suerte de Kavanaugh depende de varios senadores republicanos clave, notablemente, de la moderada Susan Collins de Maine, quien pidió que tanto Kavanaugh como Ford testificaran.

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Está en duda también el voto de Lisa Murkowski de Alaska, una republicana que no siempre vota de manera partidista, y del senador Bob Corker de Tennessee y el de Arizona Jeff Flake, quienes fueron los primeros en pedir al Comité Judicial que retrase la votación sobre la nominación de Kavanaugh hasta que se conociera la versión de Ford. Tanto Corker como Flake se retiran este año, y esa coyuntura les permite un voto más independiente.

Flake dijo el lunes que no decidirá cómo va a votar hasta que Ford y Kavanaugh hayan testificado pero dijo que de ser ciertas las acusaciones, descalificaban a Kavanaugh.

Antes de que el pleno del Senado considere la nominación de Kavanaugh, el Comité Judicial debe votar. Flake es miembro de ese panel, donde los republicanos son mayoría por 11-10. No se espera que ningún demócrata en el comité vote por Kavanaugh, por lo que si los republicanos quieren enviarlo al Senado con una recomendación favorable, todos deben votar a favor.

La nominación aún podría continuar si Flake votara en contra de Kavanaugh en el comité, pero probablemente sería considerada desfavorable.

No hay ninguna mujer republicana en el Comité Judicial, pero otras senadoras de ese partido -Joni Ernst de Iowa, Deb Fischer de Nebraska, Shelley Moore Capito de West Virginia y Cindy Hyde-Smith de Mississippi no se han pronunciado sobre Kavanaugh.

Tres demócratas que votaron por el anterior candidato de Trump a la Corte Suprema, Neil Gorsuch -Heidi Heitkamp de Dakota del Norte, Joe Manchin de West Virginia y Joe Donnelly de Indiana- están en difíciles batallas para la reelección y no se cree que apoyarían a Kavanaugh.

Kavanaugh no es un candidato tan sólido como Gorsuch: durante sus audiencias en el Comité Judicial dio varios pasos en falsos en cuestiones clave, como al considerar abortivas las píldoras anticonceptivas, y negarse a decir si está en contra de enjuiciar a un presidente en funciones. Una encuesta de Gallup en julio indicó además que es impopular entre los estadounidenses: sólo tuvo el respaldo del 41% de los votantes.

En cualquier caso, si la audiencia pública de Kavanaugh y Ford conduce al retiro de la candidatura del primero, Trump tiene todavía más de un mes para hallar a otro conservador que lo sustituya antes de las elecciones del 6 de noviembre.