Florence, que ya se ha convertido en depresión tropical, continúa dejando fuertes lluvia que amenazan con inundaciones repentinas y “catastróficos” desbordamientos de ríos en las Carolinas y al suroeste de Virginia, según informa en el boletín de las 5 a.m. el Centro Nacional de Huracanes. La depresión tropical se mueve lentamente, a 13 mph hacia el norte, con vientos máximos sostenidos de 30 mph. A su paso ha dejado al menos 19 muertos.
Según el pronóstico, la alerta por inundaciones se extiende a Maryland, Pensilvania, el sur de Nueva York y el sur de Nueva Inglaterra. Se espera cierto debilitamiento este lunes antes de que vuelva a intensificarse y a convertirse en un ciclón extratropical el martes o el miércoles.
Según las previsiones, se espera que el sur de Nueva York y el sur de Nueva Inglaterra reciban lluvias adicionales de entre 2 a 4 pulgadas de lluvia, con cantidades máximas de hasta 6 pulgadas en zonas aisladas.
Wilmington, una ciudad de la costa de Carolina del Norte, ha quedado completamente aislada del resto del estado por las inundaciones. "Nuestras carreteras están inundadas", ha dicho Woody White, presidente de la comisión del condado. "No hay acceso a Wilmington". Las autoridades planean transportar por aire alimentos y agua para esta localidad de casi 120,000 personas.
Las acumulaciones totales por tormentas podrán ser de hasta 40 pulgadas en el sur de Carolina del Norte, 20 pulgadas en el norte de Carolina del Sur y el oeste de Carolina del Norte, lo que producirá inundaciones “catastróficas” y desbordamientos de ríos. También hay riesgo elevado de deslizamientos de tierra en el oeste Carolina del Norte. En el suroeste de Virginia caerán hasta 15 pulgadas de agua, donde hay riesgo elevado de deslizamientos de tierra en al suroeste.
Todavía sigue siendo posible que haya un par de tornados a lo largo de este lunes en el noreste de Carolina del Sur y el este / centro de Carolina del Norte, en partes de Virginia, el oeste de Maryland y el sur de Pennsylvania.
Florence tocó tierra el pasado viernes como huracán de categoría 1 y se estacionó durante gran parte del fin de semana sobre las Carolinas.