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Estados Unidos quiere pagarle a México para que deporte inmigrantes. El país vecino se lo está pensando

Los fondos ayudarían a frenar la emigración hacia Estados Unidos y aumentarían el número de deportaciones hacia Centroamérica
Una familia de inmigrantes indocumentados se reúne después de haber sido separada en la frontera en Estados Unidos.
Una familia de inmigrantes indocumentados se reúne después de haber sido separada en la frontera en Estados Unidos. AP / AP

La administración Trump ha planeado de diversas formas la manera de detener la entrada de inmigrantes ilegales al país, y ahora, la acción que parece más acertada es la de pagarle a México para que deporte a quienes estén en su terrotorio sin el debido permiso.

Un reportaje de The New York Times indica que el gabinete informó al Congreso que pretendía utilizar 20 millones de dólares en fondos de asistencia extranjera para que el país vecino pague los boletos de avión y autobús de cerca de 17000 inmigrantes.

Estos fondos ayudarían a frenar la emigración hacia Estados Unidos y aumentarían el número de deportaciones hacia Centroamérica, indica el documento presentado.

Por su parte, el gobierno mexicano dijo que continúa evaluando la oferta  y que aún no se ha llegado a ningún acuerdo, informa la agencia de noticias AP.

"El gobierno de México no ha aceptado esta propuesta de manera escrita ni verbal. Continuamos evaluando la propuesta de acuerdo a las leyes aplicables y en concordancia con las prioridades del país y de sus propias políticas de inmigración", señaló. el Gobierno.

Katie Waldman, una vocera del Departamento de Seguridad Nacional, aseguró que el programa pretendía aliviar el flujo migratorio hacia la frontera estadounidense.

"Estamos trabajando en estrecha colaboración con nuestros homólogos mexicanos para aumentar las aprehensiones fronterizas para garantizar que las personas con reclamos legítimos tengan acceso a las protecciones adecuadas", aseguró.

Bajo el programa, México sería responsable de detener y hacer una revisión judicial de los casos de los inmigrantes antes de deportarlos. De esta manera Estados Unidos no tendría que encargarse del proceso de deportación que generalmente es largo y engorroso.

Varios grupos pro inmigrantes se pronunciaron en contra del proyecto alegando que sería un dinero malgastado que no resolvería los problemas reales que llevan a los inmigrantes a emprender el peligroso viaje hacia Estados Unidos.

"No deberíamos estar pagando a otro país para hacer nuestro trabajo sucio; en realidad deberíamos arreglar nuestro sistema de inmigración y ayudar a estos países a volver a tener una base sólida. Huele a desesperación", dijo Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración.

Durante los primeros meses del 2018, México deportó a más de 57000 centroamericanos, la gran mayoría por bus.