Florence se ha convertido en una doble pesadilla para los inmigrantes de las Carolinas y Virginia. Como si fuera poco enfrentarse a las consecuencias naturales de un huracán, muchos temen caer en las manos de ICE y ser deportados.
El Centro Nacional de Huracanes ha advertido que Florence representa una “amenaza real” a la vida, no solo por la fuerza de sus vientos, sino porque podría provocar inundaciones catastróficas.
Al momento, más de un millón de residentes han recibido orden de evacuación. Pero en medio de las políticas antimigrantes de Donald Trump hay quienes prefieren quedarse en casa a pesar del riesgo.
El director comunicaciones de la región sur de ICE, Bryan Cox, dijo en un comunicado que la prioridad del organismo es “preservar la vida y la seguridad”. Al tiempo que hizo un llamado para que buscaran un lugar seguro.
“Considerando las circunstancias, no habrá iniciativas para el cumplimiento de las leyes de inmigración asociadas con las evacuaciones o las personas refugiadas en albergues del gobierno, excepto en el caso de que haya un evento que amenace seriamente la seguridad pública”.
Además de Cox, un portavoz del Departamento de Protección Fronteriza y Aduanas (CBP) coincidió en lo dicho.
Sin embargo, ni Carolina del Norte, ni Carolina del Sur, ni Virginia son reconocidas como ciudades santuarios para los inmigrantes.
“El punto es que no estaremos tomando medidas legales, debido a la seriedad de la tormenta…Incluso, estamos evacuando personal de ICE”, sostuvo Cox.
El departamento de Inmigración hizo las mismas promesas el año pasado ante la llegada del huracán Irma a Florida y Harvey a Texas, pero un reporte de BuzzFeed reveló lo contrario. BuzzFeed informó que en Florida sí se reportaron arrestos hasta cuatro días después (10 de septiembre de 2017) de que la agencia anunciara la concesión. La agencia no reveló la cantidad de detenciones, pero documentos de la corte indican que el 6 de septiembre, agentes en el condado de Brevard, Florida, detuvieron a tres personas por falta de posesión de verificación de identidad, según reportó Mundo Hispánico. Aparte, desde entonces se han hecho cambios en las operaciones diarias de ICE.
Otro asunto que intimida a los inmigrantes es que para poder ingresar a un refugio suele pedirse una identificación válida.
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No obstante, la Cruz Roja ha desmentido esta información y sostiene que ellos prestan ayuda sin pedir identificación y que si alguien se identifica como "no ciudadano", no es investigado.