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Récord histórico de familias de inmigrantes detenidas tras el fracaso de la política de Trump

Tras el fracaso de la política de tolerancia cero de Donald Trump, una avalancha de familias han intentado cruzar la frontera en agosto. Así ha respondido la Migra.
Una madre hondureña y su hija de cinco años, detenida el 18 de julio en San Luis (Arizona) tras cruzar la frontera ilegalmente.
Una madre hondureña y su hija de cinco años, detenida el 18 de julio en San Luis (Arizona) tras cruzar la frontera ilegalmente. AP / AP

El número de familias de inmigrantes interceptadas por la Patrulla Fronteriza tratando de entrar ilegalmente en el país ha alcanzado su récord histórico para un mes de agosto tras el fiasco de la política de tolerancia cero puesta en marcha por el Gobierno de Donald Trump.

El número total de inmigrantes indocumentados arrestados también ha crecido, manteniendo una tendencia que el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin McAleenan, ha calificado como “una crisis de proporciones significativas, tanto desde la perspectiva humanitaria como de seguridad”, según informa el diario The Washington Post.

El fiscal general, Jeff Sessions, ordenó en primavera que todos los inmigrantes que cruzaran la frontera debían ser procesados como criminales. Esa política, bautizada como de tolerancia cero, llevó a separar a las familias tras cruzar la frontera (los padres eran encarcelados a la espera de juicio, y los niños encerrados solos en centros de detención). Causó tal revuelo social que Trump firmó una orden para frenar estas separaciones. De los 2.597 menores apartados de sus padres, quedan aún 416 que no han sido devueltos a sus familias.

Según Sessions, el 90% de los indocumentados que cruzan la frontera son procesados, y la política de tolerancia cero sigue funcionando como “arma de disuasión”. Las cifras, sin embargo, parecen contradecir al fiscal general.

En julio fueron interceptadas 40.011 personas tratando de cruzar ilegalmente la frontera sur, frente a las 25.019 del año anterior. Es una cifra similar a la de 2016, cuando se produjo una avalancha ante la posibilidad de que Trump fuera elegido presidente (46.909 inmigrantes interceptados); y superior a la de 2015 (entonces llegaron 38.611).

En agosto, la cifra volvió a crecer: fueron detenidas 46.560 personas, frente a las 30.567 del año anterior. En 2016 fueron 51.893, y en 2014 fueron 42.415.

El número de familias interceptadas, que se había mantenido estable alrededor de las 9.000 personas durante los meses de abril a julio, es decir, durante el escándalo de la política de tolerancia cero, se disparó en agosto hasta las 12.774, la cifra más alta jamás registrada en este mes, según informa The Washington Post. El Departamento de Seguridad Nacional ha responsabilizado de esto a la limitación de tiempo que por decisión judicial un menor puede estar encerrado en un centro de detención para inmigrantes.

Casi todas estas familias llegan de Guatemala, Honduras y El Salvador, expulsadas de sus hogares por la violencia que sufren esos países. En opinión de las autoridades migratorias, ha calado en esos países la idea de que, una vez en Estados Unidos, no será expulsados. Según sus estadísticas, casi todas las familias que llegaron de esos países entre octubre de 2016 y julio de 2018 siguen en el país. Si eso fuera así, sin embargo, sólo significaría que lograron pasar el test de miedo creíble, lo que les da derecho según la ley de asilo estadounidense a comparecer ante una corte de inmigración que se estudie su caso.