Tiene 20 años, estudia derecho en Reino Unido, es musulmana y no lo oculta, todo lo contrario: Sarah Iftekhar compite este martes en la final del concurso de Miss Inglaterra y, si gana, aspirará a convertirse en la mujer más bella del mundo. Y lo hará vistiendo “orgullosa” un velo tradicional de la religión islámica (el conocido como hijab) que cubre su pelo.
“Si quiero cubrirme y vestirme de manera púdica, ¿por qué debería ser un problema?”, ha señalado Iftekhar, “soy una chica normal”, añadió, “como las otras competidoras”. En su opinión, todas tienen las mismas posibilidades de ganar.
Iftekhar ya ganó el título de Miss Huddersfield (una localidad del centro del país). Tiene un negocio de ropa y es artista del maquillaje.
Ahora participo en Miss Inglaterra “para mostrar que la belleza no tiene definición”, ha explicado en su cuenta de la red social Instagram, “cada persona es bella a su manera, independientemente de su peso, raza o color”.
La portavoz del concurso, Angie Beasley, considera que todo esto “demuestra que Miss Inglaterra representa a la Inglaterra de hoy”. La activista feminista Iqra Choudhry afirma sin embargo que la participación de Iftekhar es un hito que “está cambiando la percepción de las mujeres que portan velo”.
Otra de las concursantes, Sophie Hall, tiene cicatrices en un brazo y un hombro tras sufrir un ataque con ácido el año pasado.