Una mujer con un vestido rojo camina por una calle de París, junto a un café. Se llama Marie Laguerre, es arquitecta, y tiene 22 años. Se cruza casualmente con un hombre con una prenda de ropa colgada del hombro (podría ser una chaqueta, pero es verano). Algo le dice él al pasar, algo le responde ella. Luego siguen caminando. O no.
Porque él se da la vuelta segundos después, desanda su camino, y la llama la atención desde lo lejos. Ella, que no se ha alejado tanto, se vuelve. Intercambian palabras. Una cámara de seguridad graba las imágenes sin sonido. Graba como el hombre le pega un golpazo a la mujer, luego se da la vuelta, y se va. O lo intenta.
Un grupo de personas que contempla la escena desde el café se enfrenta a él, parece pedirle explicaciones. El hombre parece irse, pero luego vuelve. Sin escucharse la conversación, la cámara muestra como todos se giran hacia la mujer. Ella hace un gesto y sencillamente se va.
Luego publicaría el vídeo en su página de Facebook (se desconoce cómo lo consiguió), con una explicación que ha enfurecido en Francia: el hombre hizo “sonidos y comentarios sucios, y silbó” cuando se cruzaron. Ella le respondió: “Cállate”.
“Ni siquiera pensé que me hubiera escuchado”, le contó la mujer al diario Le Parisien. “Pero me escuchó, y de repente todo cambió. Cogió un cenicero y me lo lanzó. No me dio en la cabeza por unos centímetros”, añade, “me sentí odiada. Me negué a que me degradara. Fue humillante”.
ACTUALIZACIÓN:
El incidente tuvo lugar el 24 de julio. La policía ha detenido el lunes al presunto agresor, según ha informado este martes la cadena CNN. El sospechoso, acusado de asalto y acoso sexual, fue capturado después de salir de un hospital psiquiátrico donde estaba recibiendo tratamiento, según el diario The Guardian.