El Papa Francisco ha dicho este domingo que no respondería a la carta del ex nuncio del Vaticano, Carlo Maria Viganò, en la que le acusa de encubrir los abusos sexuales del cardenal Theodor McCarrick, y ha añadido que el documento “habla por sí mismo”.
En el avión de vuelta de Irlanda a Roma, el Papa ha atendido a la prensa. Una de las preguntas ha ido directa a este asunto. “En el documento publicado por el arzobispo Viganò dice que en 2013 habló personalmente con usted en el Vaticano y que le contó explicitamente del abuso sexual del cardenal McCarrick. Además el arzobispo dice que el Papa Benedicto sancionó a McCarrick, que le había prohibido vivir en un seminario, celebrar misa, y me gustaría preguntarle si estas dos cosas son ciertas”, ha lanzado un periodista.
El Papa le respondió: “Leí esta mañana el comunicado. Lo leí, y diré sinceramente, que lo lean ustedes atentamente y hagan su juicio. No diré una palabra sobre esto. Creo que el documento habla por sí mismo, y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para llegar a las conclusiones. Es un acto de Fe. Cuando haya pasado el tiempo y ustedes tengan las conclusiones, quizá hable más. Pero quiero que su madurez profesional haga este trabajo, pero de verdad”.
La carta 11 páginas ha sido publicada este domingo por el periódico Católico National Catholic Register durante una visita del papa Francisco a Irlanda. Viganò dice que el pontífice supo de las acusaciones de abuso sexual contra el excardenal Theodore McCarrick durante años, pero optó por cubrirlo y elevar su posición dentro de la iglesia antes de aceptar su renuncia el mes pasado. Añade en este documento que "la corrupción había llegado a la cima de la jerarquía de la Iglesia" pidiéndole al papa Francisco que renuncie.
El Vaticano anunció en junio que McCarrick había sido retirado de su cargo público tras una investigación en la iglesia de los Estados Unidos que determinó que la acusación de haber abusado sexualmente de un menor era creíble.
El ex diplomático de la Santa Sede agregó que se sorprendió al descubrir que McCarrick, quien se desempeñó como arzobispo de Washington de 2001 a 2006, comenzó a viajar en misiones en nombre de la iglesia poco después de su conversación con Francisco.
McCarrick tuvo que retirarse como arzobispo en 2006, cuando cumplió 75 años, pero se convirtió en un emisario del Vaticano tras el paso del papa Francisco, viajando a puntos calientes internacionales como Irán y presionando a los legisladores de Washington.