El Departamento de Trabajo ha concluido que la empresa tecnológica Cisco discriminó a trabajadores estadounidenses, contratando en su lugar a extranjeros a los que conseguía un visado para luego pagarles menos que a los demás, según ha informado la agencia de noticias Bloomberg.
“Los inmigrantes con visado reciben el mismo salario que los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes” ha señalado una portavoz de la empresa, que ha negado la acusación de discriminación. El caso se inició con una auditoría rutinaria, según Bloomberg, y aún está por decidir cuál será el castigo.
Cisco tiene más de 73.000 empleados en su sede centra de San José (California) y el resto de sus oficinas repartidas por medio mundo. El año pasado dio empleo a 1.600 inmigrantes con visado, mayormente el H-1B para inmigrantes con alta cualificación. El salario medio de estos trabajadores es 128.000 dólares.
Los departamentos de Trabajo y de Justicia anunciaron el 31 de julio un acuerdo de colaboración para castigar a las empresas que discriminen contra trabajadores estadounidenses contratando en su lugar a extranjeros con un visado temporal.
El Departamento de Justicia ha abierto docenas de investigaciones de este tipo desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, ha llevado un caso ante las cortes y ha llegado a acuerdos con tres empresas.