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Empresas de transporte como Uber y Lyft en la mira de las autoridades de Nueva York

El estado ha bloqueado por un año la posibilidad de obtener una licencia para trabajar como chofer de transporte compartido.

Nueva York ha bloqueado por un año la emisión de nuevas licencias para la industria de servicio de transporte compartido como Uber y Lyft. La medida representa un duro golpe para vehículos de alquiler con conductor. Para empresas como Uber, la cosmopolita ciudad, es su mayor mercado en la nación.

Uber tiene mala reputación de crecer a cualquier precio, pero los estudios alejan a esta empresa de Silicon Valley de esa cúspide. Si bien la compañía ha tenido que reajustar sus directrices para adaptarse a las leyes de cada mercado, en ocasiones emprende campañas para mostrar un rostro más amigable.

En el viejo continente, Dinamarca, Bulgaria, y Hungría, por solo citar un ejemplo, han sido ciudades nada complacientes con Uber. En el 2017, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la definió como un servicio de transporte y por este motivo la compañía tenía que solicitar los registros pertinentes.

Los conductores de servicios como Uber definen su trabajo de diversas maneras: sin ganancias estables, sin protección laboral y en el peor de los casos sin beneficios sociales como, adquirir un seguro médico de su empleador o contar con una pensión de jubilación. Otros, por el contrario, lo catalogan de liberación, sin jefes, con horarios flexibles y remuneración casi inmediata.

Sin embargo, un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), arrojó que el 74 por ciento de los conductores del Uber y Lyft en EE.UU. tienen ingresos menores al salario mínimo de sus respectivos estados. Sus ganancias reales eran de $3.37 por hora como promedio antes de los impuestos.

En la propia ciudad de Nueva York, el salario mínimo es de $12.00 la hora en empresas con 10 empleados o menos. El estudio se basó en 1.100 conductores de ambas compañías y demostró además que las ganancias son inferiores una vez que incluyen los gastos del vehículo como: mantenimiento, póliza de seguro, combustible y su depreciación.

En una entrevista para The Guardian, Stephen Zoepf, director del Centro de Investigación Automotriz de la Universidad de Stanford, expresó que el modelo de Uber y Lyft no es sostenible a largo plazo por operar con subsidios tanto de sus inversionistas como de sus conductores.

Uber le ha salido al paso a esta investigación, Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de esta empresa lo definió en un tuit como "Teorías Matemáticamente Incompetentes (al menos en lo que respecta a compartir el viaje)", e hizo referencia a una respuesta de su director económico, Jonathan Hall, que desafió la metodología del estudio.

De acuerdo con Hall, el análisis utilizó una "metodología defectuosa" si se compara con una encuesta en la que aparece que la ganancia promedio de los conductores fueron de $15.68. Ahora Zoepf, a través de un comunicado, ha expresado el interés de revisar nuevamente su trabajo.

También dentro de Uber existe diferencia en la ganancia de acuerdo con el género del conductor. Los choferes masculinos que trabajan para Uber obtienen 7 por ciento más que las mujeres, según un estudio del Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés).

La investigación determinó que las causa puede atribuirse a: la facilidad con que los hombres aprenden la plataforma, ellos se adentran en barrios más inseguros y también conducen más rápido. Sin embargo, hombres y mujeres no difieren a la hora de elegir la cantidad de horas que dedican a manejar para Uber. Otro factor que influye es que las mujeres abandonan más rápido esta labor.

Uber contribuyó al estudio, lo cual ayudó a encontrar las causas de la brecha salarial entre género de conductores, reconoció John A. List, economista de la Universidad de Chicago y uno de sus coautores. La compañía dijo que estudiará la forma de eliminar esta diferencia.

Los taxistas también temen a Uber y Lyft

Los temores hacia estas empresas de servicio de transporte no provienen solamente de las autoridades locales de cada ciudad. Los taxistas también sienten pavor. Abdul Saleh, de 59 años y original de Yemen, representó la sexta víctima que se sumó a la triste estadística de taxistas que se suicidan en los últimos seis meses en la ciudad de Nueva York.

El viernes 15 de junio, Saleh fue encontrado sin vida, luego de ahorcarse utilizando un cable de su apartamento que rentaba en Brooklyn, según reportes policiales. No importaron sus 30 años detrás del volante. Sus recursos financieros disminuyeron con la llegada de la fuerte competencia de Uber y Lyft, impidiendo mantener incluso a la familia en su país natal.

Saleh llegó a trabajar 12 horas para poder costear el arrendamiento de su auto. De acuerdo con la Alianza de Trabajadores de Taxis de Nueva York (NYTWA, por sus siglas en inglés) cada vez es más difícil el pago del medallón, nombre que recibe el permiso que garantiza operar a un taxista.

El valor del medallón ha declinado vertiginosamente. En sus mejores momentos, llegó a cotizarse en un millón de dólares y actualmente puede conseguirse por unos $200.00.

Douglas Schifter, a través de un mensaje en Facebook, denunció cómo el sector se ha visto fuertemente golpeado. El taxista de 61 años, se disparó frente al Ayuntamiento de la ciudad de Nueva York al ver derrumbarse el mundo que conocía.

"Trabajé 100-120 horas consecutivas casi todas las semanas durante los últimos catorce años. Cuando la industria comenzó en 1981, tenía un promedio de 40-50 horas. No puedo sobrevivir más trabajando 120 horas. No soy un esclavo y me niego a serlo", escribió Schifter.

Desde comienzo de la década de 1980, Schifter se adentró en el negocio de taxis y limosinas cuando el panorama era totalmente diferente. Él define la crisis en el sector como una "nueva esclavitud".

 Nueva York y los vehículos de alquiler con conductor

La Legislatura de la Ciudad de Nueva York pretende estudiar en los próximos meses el alcance que tiene esta industria de servicio. La ley también autoriza a imponer un salario mínimo a sus conductores. Si un chofer gana menos $17.22 por hora, la empresa se verá obligada a compensar la diferencia. Lo anterior puede ser sufragado mediante la reducción de las comisiones que rondan entre el 10 y el 25 por ciento de las tarifas de pasajeros aproximadamente. La ganancia media por hora es $14.25, según el estudio de James Parrot de la New School de Nueva York de Nueva York y Michael Reich de la Universidad de California en Berkeley.

Con estas medidas, Nueva York, crea un precedente para que otras grandes ciudades reaccionen de la misma manera. Aunque para Uber, enfrentar estos obstáculos que la restringen no es nada desconocido. Londres, Buenos Aires, y más recientemente Barcelona también le han fruncido el ceño a Uber. A finales de julio, los taxistas de la capital catalana comenzaron una huelga para exigir que se mantenga el reglamento metropolitano que exige una licencia adicional a empresas como Uber.

En el caso de Nueva York, la ciudad pretende estudiar el impacto en el tráfico. La típica ola amarilla de taxis desde hace un tiempo comenzó a tomar diversos colores. Para apagar las alarmas que pudieran representar detener la emisión de nuevas licencias, Corey Johnson, presidente del Consejo Municipal de Nueva York afirmó que no se estaba "eliminando ningún servicio que se ofrece actualmente a los neoyorquinos".

Para Johnson simplemente están "pausando la emisión de nuevas licencias en una industria que se ha permitido que prolifere sin un control adecuado". En cambio, Uber alertó que el costo de sus servicios pudiera incrementarse.

Ante esta situación, los neoyorquinos vuelcan su mirada hacia el alcalde Bill de Blasio, por dirigir una ciudad que para algunos ha hecho bien poco por proporcionar un transporte público a la altura de una megaciudad. Los vagones del Metro de Nueva York cada vez necesitan más mantenimiento. En el 2017, la falta de esta labor provocó un accidente que dejó un saldo de 39 pasajeros heridos, según reporte de Daily News.

Uber y Lyft no han permanecido en silencio. Uber a través de un comunicado dijo que "la pausa de 12 meses en la emisión de nuevas licencias amenazará una de las pocas opciones de transporte confiable mientras no se hace nada para arreglar el metro o aliviar la congestión".

Lyft afirmó que "estos recortes radicales en el transporte llevarán a los neoyorquinos a la era de la lucha por viajar, especialmente para las comunidades de color y los barrios periféricos".

Ahora la medida de la ciudad de Nueva York pone en duda si Uber continuará creciendo al mismo ritmo en que lo ha estado haciendo. La empresa tiene un valor aproximado de $62 mil millones. Sin dudas, decisión tomada por su legislatura representará un antes y un después para ellos.