El mexicano Roberto Santos se dirigía este viernes en la mañana a la casa de un amigo en Chicagopara recogerlo y llevarlo a su trabajo, pero el viaje fue abruptamente interrumpido por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) que lo detuvieron.
El inmigrante, que llevaba 15 años viviendo en la ciudad, específicamente, en La Villita, fue abordado por los oficiales cuando iba rumbo a la vivienda de la niñera del hijo del otro de 7 años.
El amigo de Santos dijo a Hoy que cuando iban a dejar al menor en el cuido, previo a dirigirse a su trabajo en un sitio de construcción en los límites del estado de Wisconsin, la sirena de la camioneta con vidrios oscuros fue encendida y los patrulleros pidieron que se detuvieran.
El hombre, que prefirió permanecer en el anonimato por temor a represalias de las autoridades, relató que los agentes, que vestían chalecos que los identificaban como policías, empezaron a cuestionarles sobre quién estaba a cargo de niño y hacia dónde se dirigían.
Posteriormente, los oficiales les tomaron huellas dactilares y arrestaron a Santos.
Catalina Bojorquez, la esposa del detenido, dijo que Santos contaba con el seguro del auto y licencia de conducir.
Bojorquez, quien es residente permanente y propietaria de una compañía de pinturas local, agregó que el único antecedente de Santos con la ley se remonta a una infracción de tráfico del año 2015.