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Estos niños volaban solos a Orlando pero su vuelo se desvió. Acabaron en un hotel con un empleado de la aerolínea

El clima obligó a cambiar la ruta hacia Atlanta. Nadie avisó a los padres. 
El clima obligó a cambiar la ruta hacia Atlanta. Nadie avisó a los padres. 
El clima obligó a cambiar la ruta hacia Atlanta. Nadie avisó a los padres.AP / AP

Dos niños viajaban solos el pasado julio en un vuelo de Frontier Airlines con destino a Orlando, pero el vuelo no llegó a su destino. El clima obligó al avión a desviarse a Atlanta donde los pequeños pasaron la noche. Según cuenta el abogado de los padres de los menores, un empleado de la aerolínea les llevó de madrugada a una habitación de hotel en su coche privado después de pasar unas horas en el aeropuerto. Nadie avisó a los padres. 

El vuelo que cogieron Carter Gray, de 9 años, y Etta Gray, de 7, desde Des Moines, Iowa, dio vueltas alrededor del Aeropuerto Internacional de Orlando alrededor de 45 minutos antes de dirigirse finalmente a Atlanta el pasado 22 de julio, según informa Orlando Sentinel. 

La madre de los pequeños, Jennifer Ignash, esperaba en el Aeropuerto Internacional de Orlando. Intentó comunicarse con la aerolínea sin éxito para saber el paradero de los pequeños. Los padres no supieron nada hasta que el mayor, Carter, llamó a su padre, Chad Gray, desde el celular de otro menor poco después de la medianoche del 23 de julio. "Fue un auténtico desastre", dijo Gray, quien vive en Lake Nona (Orlando).

Carter, Etta y otros cuatro niños se quedaron en una habitación en el aeropuerto de Atlanta aproximadamente cuatro horas. Después, alrededor de las 5 a.m., un empleado de Frontier les llevó a un hotel, cuenta el padre.

Este denuncia que los niños no tuvieron supervisión suficiente en las habitaciones del hotel y que cuenta que solo les dieron de comer golosinas y agua. Antes de volar hacia Orlando, los chavales recibieron un cupón para comprar el desayuno en McDonald's. "Deberían haberse asegurado de que los niños estuvieran cómodos y tratar de contactar a los padres", expresa indignado por el trato recibido.

Carter tuvo pesadillas en las noches posteriores, según su padre. El pequeño de 9 años dijo que no quería un vale de vuelo, una compensación que las aerolíneas a veces ofrecen cuando hay retrasos significativos.

Frente al testimonio de los padres, Jonathan Freed, un portavoz de Frontier, dice que los niños estuvieron en contacto con sus padres, siempre acompañados por un supervisor y que se les proporcionó comida.