El ejército de EE. UU. ha suspendido, al menos temporalmente, los despidos de reclutas inmigrantes que se alistaron como vía hacia la ciudadanía estadounidense. El mes pasado se conoció que estaban siendo despedidos abruptamente. Abogados de inmigración conocen al menos 40 casos de personas que han sido dadas de baja o cuyo estatus se volvió cuestionable.
Un memorándum con fecha de 20 de julio al que ha tenido acceso este miércoles The Associated Press detalla las órdenes a los oficiales de alto rango del Ejército para detener, de forma inmediata, el cese de hombres y mujeres que se alistaron en el programa de inmigrantes especiales. No está claro cuántos reclutas se han visto afectados por esta acción del Ejército.
Entre los afectados, algunos miembros del Ejército dijeron que no les han notificado el motivo de la baja. Otros que les habían sido etiquetados como riesgos de seguridad para el país porque tienen familiares en el exterior o porque el Departamento de Defensa no había completado la verificación de sus antecedentes.
A principios del pasado julio, el Pentágono dijo que no había habido un cambio específico de política y que las verificaciones de antecedentes estaban en curso.
Margaret Stock, una abogada de inmigración con sede en Alaska y una teniente coronel retirada de la Reserva del Ejército que ayudó a crear el programa de reclutamiento de inmigrantes, dijo el miércoles que este informe es una prueba de que sí había una política concreta sobre el tema.
A los candidatos inmigrantes se les exige tener estatus legal en EE. UU., como una visa de estudiante, antes de alistarse. Más de 5,000 inmigrantes se sumaron al programa en 2016, y se estima que 10,000 están actualmente en activo. La mayoría va al Ejército, pero algunos se alistan en otras ramas militares.
Alrededor de 110,000 inmigrantes obtuvieron la ciudadanías después de ingresar a las Fuerzas Armadas desde el 11 de septiembre de 2001, según datos del Departamento de Defensa.