Quinientos padres en un centro de detención de inmigrantes en Texas anunciaron una huelga de hambre el miércoles después de ser reunidos con sus hijos, en protesta por el limbo legal en que se encuentran.
El grupo de defensa y servicios legales de Texas RAICES informó el miércoles tarde que los padres planeaban comenzar la huelga ese día, aunque RAICES no pudo confirmar si realmente había comenzado como estaba planeado. ICE no se ha pronunciado al respecto.
Los padres involucrados planeaban sentarse en tres áreas públicas de "patio" dentro del Centro Residencial Karnes, uno de los centros de detención familiar en Texas en el que se reúnen familias retenidas, y rechazar la comida. Sus hijos se negarían a participar en actividades.
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Según RAICES, la acción busca para instar al gobierno a "agilizar" sus casos.
"No sabemos nada", dijo un padre guatemalteco, Olivio, en grabaciones divulgadas por RAICES. "Estamos encarcelados aquí y no hay mucho que podamos hacer, así que ahora todos estamos planeando reunirnos en el patio y esperar a ver qué pasa".
"Mi hijo llora todos los días, no quiere comer, está muy preocupado y solo tiene 6 años. Lo que me preocupa es que estamos restringidos de nuestra libertad como seres humanos", dijo otro padre no identificado en la grabación revelada por RAICES.
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Muchos de los padres involucrados probablemente ya han firmado formularios aceptando su deportación; según cifras oficiales alrededor de 1,000 niños mayores de 5 años se habían reunificado con padres que ya tenían órdenes finales de deportación.
Sin embargo, aún no pueden ser deportados debido a una disputa legal.
La jueza federal Dana Sabraw en el Distrito Sur de California tiene ante sí una petición de activistas de inmigración para evitar que el gobierno deporte a las familias reunidas durante un período de siete días, a fin de dar a los abogados la oportunidad de asegurarse de que ningún padre sea obligado a elegir ser deportado sin su hijo si prefiere mantener a la familia unida.
El gobierno acordó detener cualquier deportación hasta el viernes para que un juez federal en Washington DC pueda decidir sobre un caso similar, y si se combina con la demanda de California.
RAICES cree que algunos de los padres actualmente en huelga en Karnes podrían haber aceptado la deportación porque creían que les ayudaría a ver a sus hijos antes, y que podrían haber tomado otra decisión ahora que tienen la oportunidad de hablar con un abogado sobre su caso.