“Lo despido por política doctor”, fueron las palabras con las que terminó la carrera de 32 años del doctor Javier Pastora Membreño.
Hasta el viernes pasado era jefe del departamento de Cirugía del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Argüello (Heodra) en León, a unos 90 kilómetros de Managua.
“No hay ningún problema con su actividad médica. El problema es que usted está apoyando actividades en contra del gobierno”, dice el doctor Pastora que le dijo su jefa, la doctora Judith Lejarza Vargas.
El doctor Pastora es uno de decenas de doctores que denuncian haber sido despedidos en represalia por auxiliar a los heridos de las protestas, o por abiertamente expresar su descontento con el régimen del mandatario nicaragüense Daniel Ortega. No solo despidieron a destacados anestesiólogos, cirujanos y pediatras, sino también a otros miembros del personal del hospital como enfermeros o camilleros.
El doctor Pastora había acudido a una reunión rutinaria a las 7:30 de la mañana ese viernes 27 de julio. Dos de sus colegas ya habían sido despedidos, y cuando interrogó por su despido, se le pidió que pasara él también a la dirección donde le entregaron una carta.
“Por medio de la presente le notifico que a partir de la fecha prescindimos de sus servicios prestados en este centro hospitalario. Así mismo le informo que se procederá a realizar trámites de liquidación final que en ley le corresponde”, dice le carta firmada por la directora Lejarza, de la cual ha recibido copia Noticias Telemundo. En unas cinco líneas, años de experiencia quedaron para el recuerdo de estos médicos que insisten en que no hicieron más que cumplir con su labor.
Carta de despido entregada al Dr. Pastora de Heodra en León, Nicaragua. Foto: Javier Pastora
“Después de 32 años de laborar, de dejar la vida en el hospital que es como un segundo hogar, de educar una generación amplia de residentes, de trabajar en investigación… de una forma vulgar y grotesca fui despedido junto a mis colegas”, dijo el doctor Pastora en entrevista telefónica con Noticias Telemundo. Pastora realizó sus estudios de medicina en Nicaragua, la subespecialidad de cirugía en Zaragoza, España, y una práctica en Carolina del Norte, Estados Unidos.
La Asamblea Nacional nicaragüense, controlado por el partido oficialista, aprobó una ley antiterrorista en julio que castiga a quienes participen en el “conflicto armado”. Las Naciones Unidas ha dicho que podría usarse para "criminalizar las protestas pacíficas" por la manera en la que está redactada.
“Ella (la doctora Lejarza) consideraba que todas las personas que protestan pueden catalogarse de terroristas”, denunció el doctor Pastora.
El doctor Pastora se plantó el viernes junto a un grupo de colegas en las afueras del hospital en señal de protesta tras ser despedidos. Dice que son 14 los despedidos en su hospital, incluyendo tres enfermeros. La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, indica que unas 35 personas fueron despedidas en Heodra.
“El problema de los médicos es solo una consecuencia de la gravedad y el enorme peligro que existe en Nicaragua, ahorita hay un problema nacional”, dijo el doctor.
Nicaragua se encuentra sumergida en una violenta crisis desde hace más de tres meses tras unas fallidas reformas impuestas por Ortega a la Seguridad Social. Se han registrado protestas que son fuertemente reprimidas por fuerzas progubernamentales en distintos rincones del país que han dejado al menos 317 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Activistas de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos dice que el saldo de muertos es de más de 400 personas.
Para el pediatra neurólogo, Jorge Alemán, también fue una sorpresa cuando recibió su carta de despido el pasado viernes. La excusa que le dio su jefa fue que “trataba mal al personal”.
“Me sorprendió tanto, es una persona que me conoce muy bien. Sabe como trabajo y que soy incapaz de hacer algo malo a la población”, dice el doctor Alemán a Noticias Telemundo sobre Lejarza, quien realizó prácticas médicas con él.
“Cuando hubo uno de los atentados, yo atendí lo más que pude. Resguardé algunas vidas, fue lo único malo que creo pude haber hecho”, explica el doctor Alemán, quien recibió la misma carta por parte de Lejarza que no cita bajo cuál código laboral se les despide.
La doctora Lejarza no atendió las seis llamadas de Noticias Telemundo. Se le intentó contactar a través de la central del hospital y de Recursos Humanos.
Unas cartas casi idénticas recibieron los médicos del Hospital Escuela Regional Santiago de Jinotepe, a unos 30 kilómetros al sur de Managua.
“Nosotros no hicimos más que cumplir con nuestra misión, con nuestra obligación”, dijo el cirujano general Julio Sánchez, quien ha trabajado duarante 27 años en Jinotepe. “A nosotros nos toca atender, no juzgar. Y es precisamente lo que hicimos y no solo con los jóvenes rebeldes (…) también atendimos a personas de los llamados paramilitares”.
Al doctor Sánchez lo llamaron el sábado 28 de julio por la mañana. Se le dio una carta con las mismas palabras que las misivas entregadas por la dirección del HEONDRA. La única diferencia es que la suya fue escrita en mayúsculas y está firmada por el subdirector Álvaro Urroz.
Carta de despido entregada al Dr. Sanchez en Jinotepe, Nicaragua. Foto: Julio Sanchez
Noticias Telemundo no pudo comunicarse con el doctor Urroz.
El doctor Sanchez dice que ese mismo día fueron despedidos seis doctores. La prensa local reportó que también fue despedido parte del personal administrativo y de limpieza, contabilizando unas 40 personas.
“Mi expediente está limpio. No existe ningún elemento que me haya dicho que tuve una mala praxis en todo este tiempo”, dice el doctor Sánchez en entrevista telefónica con Noticias Telemundo. “Di prácticamente mis mejores años (…) y todavía tengo energía para seguir trabajando como lo estaba haciendo”, comenta el cirujano de 58 años.
Según Sánchez, fue una foto de él vinculándolo con manifestantes frente a una barricada en las afueras del hospital lo que lo pudo haber metido en problemas “Fue para pedir permiso para pasar con una paciente de 85 años operada. Pero como la foto no habla.” La paciente era su suegra, quien había sido operada un día antes del ataque del 12 de junio en la zona.
Para él ser despedido no significa solo dejar el quirófano, sino también las aulas. Explica que era docente de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y de la Universidad Central de Nicaragua en la materia de cirugía para pregrado. “Tienen nexos políticos. Dice autónoma, pero esa palabra hay que quitarla”, explica el doctor. “Si corren de una parte a alguien también lo corren de la otra”.
Durante los días de protestas, también se denunció que en los hospitales públicos o afiliados a la Seguridad Social se estaba negando la atención a los heridos de las protestas.
El presidente Ortega ha rechazado estas acusaciones. “Es totalmente falso que en los hospitales se haya negado la atención a nadie”, dijo el mandatario en una entrevista con el canal estadounidense Fox News.
“El Ministerio de Salud, el Sistema de Salud de Nicaragua, nunca, en ningún momento, ha estado cerrado a ninguna atención, demostrado con las estadísticas y con las atenciones que se han dado”, aseguró la jefa de este departamento, Sonia Castro, según la agencia de noticias AP.
Estas acusaciones también han sido reflejadas en un informe que realizó la CIDH sobre la situación que atraviesa el país. La comisión realizó una visita al país para evaluar la situación, y dice que “recibió extensa información y denuncias por irregularidades y denegación de atención médica y obstaculización de la labor humanitaria para asistir a las personas heridas y lesionadas”. Además, indican que ante la negativa de atención a los heridos, los doctores buscaron en las calles a personas heridas para atenderlos.
También hay denuncias de intentos de intimidación por parte de las fuerzas policiales a los estudiantes opositores dentro de las instalaciones del hospital.
“Dieron ordenes en las entregas de guardias que cuando llegaran los heridos estudiantes llamáramos a la policía. Nosotros dijimos que no nos íbamos a prestar a ese juego”, dijo la anestesióloga de Heodra, Yamilett Ruiz Carache.
La doctora dice que se le despidió por haberle pedido a un grupo de policías llamados por la dirección que se retiraran de los pasillos de las salas de operaciones mientras se atendía a los heridos en las manifestaciones. “La directora (Lejarza Vargas) me dijo que era por haber quitado a los policías de su lugar de trabajo”, denuncia la doctora Ruiz sobre las causas de su despido.
En un comunicado, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) condenó estos despidos, “lo que constituye un crimen que atenta contra el derecho a la salud y a la vida de la población”.
Por su parte, Sergio Ramírez Mercado, quien fue vicepresidente de Ortega durante su primer mandato presidencial, también criticó estas acciones por Twitter.