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Petición de Trump para que Sessions acabe con investigación rusa fue una "opinión" no una "orden"

La portavoz de la Casa Blanca aclara un tuit del presidente sobre la trama rusa
El presidente estadounidense Donald Trump durante una charla en el Florida State Fairgrounds Expo Hall, en Tampa, Florida.
El presidente estadounidense Donald Trump durante una charla en el Florida State Fairgrounds Expo Hall, en Tampa, Florida.AP / AP
/ Source: TELEMUNDO

La petición del presidente Donald Trump para que el fiscal general Jeff Sessions termine con la investigación de la llamada "trama rusa"  fue una "opinión" no "una orden", aseguró hoy la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders Huckabee.

Agregó que no es nuevo que Trump haya pedido de viva voz que se ponga fin a esa investigación a la que el mandatario vía Twitter volvió a referirse como una "fraudulenta caza de brujas" dirigida por un fiscal especial con "conflictos" de interés.



"Esta es una situación terrible y el fiscal general Jeff Sessions debería poner fin a esta fraudulenta caza de brujas ahora mismo, antes de que continúe mancillando a nuestro país", escribió el mandatario en su cuenta personal de Twitter.

 
Asimismo, Trump cargó contra el fiscal especial responsable de la investigación, Robert Mueller, quien es republicano y a quien acusó de ser rehén de un "conflicto" de intereses, aunque no precisó a qué se refería exactamente, según reporta la agencia de oticias Efe.



Por último, el presidente volvió a calificar al equipo que está llevando a cabo la investigación bajo supervisión de Mueller de ser "17 demócratas molestos que están haciendo su trabajo sucio (el del fiscal especial)".



"¡Son una desgracia para Estados Unidos!", escribió Trump al final de su tuit.



Según una investigación del diario The Washington Post, trece de los miembros del equipo de Mueller constan en los registros públicos como demócratas, mientras que los otros cuatros nunca han estado afiliados a ningún partido.



La Casa Blanca ha mantenido una tensa relación con Mueller desde que en mayo de 2017 el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Rod Rosenstein, le puso al frente de las investigaciones que buscan hallar una posible relación entre el equipo de campaña de Trump y el Kremlin, con el objetivo de que el magnate consiguiera llegar al Despacho Oval.



De hecho, que fuera Rosenstein quien tomara esta decisión hizo que desde un inicio el propio Sessions optara por inhibirse del proceso ante la posibilidad de ser llamado a declarar como parte de la investigación, tal y como sucedió.



Por este motivo, en realidad, Sessions no tiene la potestad de poner fin a la investigación, aunque sí podría despedir al fiscal general adjunto y contratar a uno nuevo que estuviera más dispuesto que Rosenstein a cerrar la investigación.