Durante el primer semestre del año 2018 se registraron en México 15,973 asesinatos, lo que supera en un 18% la cifra alcanzada en el mismo período de tiempo del año pasado, señalan datos oficiales publicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El número de homicidios es el récord más alto desde 1997 cuando comenzaron a guardarse los archivos de este tipo, y supera la cifra alcanzada durante el 2011, cuando México se encontraba en una larga batalla contra el narcotráfico, reporta la agencia de prensa AP.
Las autoridades dijeron que para finales de año se cometerán 22 homicidios por cada 100,000 habitantes, lo que aproxima al país al nivel de violencia que existe en Brasil y Colombia, donde la cifra es de 27 personas por cada 100,000.
Zonas como Baja California y Colima registraron un aumento de la violencia de un 44% (71 asesinatos por cada 100,000 habitantes) y un 27%(80 asesinatos por cada 100,000 habitantes), respectivamente.
La policía ha atribuido el crecimiento de la violencia en Baja California a los enfrentamientos entres los cárteles de la droga de Jalisco y Sinaloa, quienes se disputan las rutas para transportar grandes cantidades de droga.
Alejandro Hope, un analista de seguridad, señaló que “el crecimiento de asesinatos se está concentrando en alguna zonas” y que la curva podría “estar reduciéndose, aunque aún es demasiado pronto para asegurarlo.
Asimismo, agregó que en casi la mitad de los 32 estados y la capital mexicana las tasas de homicidios no aumentaron mucho o en absoluto.
Es difícil explicar por qué el crecimiento de la cifra de homicidios parece haberse reducido en estados históricamente violentos como Guerrero, que es el hogar de más de una docena de pandillas y es un área de cultivo principal para las amapolas de opio.
"El crecimiento en el uso de fentanilo podría estar reduciendo la cosecha de adormidera, y eso podría estar teniendo un efecto" en las tasas de homicidio, dijo Hope.
Los agricultores de Guerrero dicen que los precios de la pasta de opio han descendido a niveles no rentables porque los cárteles de la droga la están sustituyendo por más baratos, según reporta AP.