Un barco cargado de turistas ha recibido este lunes el impacto de una bomba de lava expulsada por el volcán Kilauea, que lleva dos meses en erupción en la isla grande de Hawaii. Una mujer ha sufrido lesiones serias y otras 22 personas han resultado heridas con golpes y quemaduras, según ha informado el departamento de bomberos del condado de Hawaii.
Los guardacostas establecieron una zona de navegación segura en la punta oriental de la isla, donde los ríos de lava del volcán llegan hasta el océano Pacífico, creado vapores venenosos. Los barcos deben mantenerse así a 1.000 pies de la costa, aunque algunos operadores turísticos con experiencia pueden solicitar una licencia para acercarse a hasta 160 pies de los ríos de lava.
Los pasajeros habían pagado 225 dólares a la compañía Lava Ocean Tours Big Island por una experiencia “que cambia la vida”, según informa el diario USA Today.
La explosión se produjo al entrar en contacto la lava con el océano. La bomba de magma ardiente atravesó el techo del barco, creando un agujero del tamaño de una pelota de baloncesto.