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Condenan brutal represión del gobierno de Ortega en Nicaragua

Desde miembros de la Iglesia, hasta jóvenes universitarios han sido víctimas de la brutal represión
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In this May 30, 2018 photo, anti-government protesters carries letters that form the Spanish word for "Justice" during a march against the government of Nicaragua President Daniel Ortega, and his wife Vice President Rosario Murillo in Managua, Nicaragua. The Civic Alliance for Justice and Democracy, an umbrella group comprising private sector interests, civil society, students and farm workers, said it would sit down at the negotiating table with the government only if it means discussing Ortega and Murillo's exit. (AP Photo/Esteban Felix)Esteban Felix/AP / AP
/ Source: TELEMUNDO

Para el gobierno de Nicaragua, los manifestantes que toman las calles protestando su gestión son “bandas terroristas”.

Así los calificó el representante de Daniel Ortega, Denis Moncada, ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en reunión del Consejo Permanente para abordar la crisis que atraviesa el país.

Desde abril, cientos de manifestantes han salido a las calles del país a protestar contra el gobierno de Ortega, donde son reprimidos fuertemente por grupos policiales y turbas afines al gobierno sandinista. Desde miembros de la Iglesia, hasta jóvenes universitarios han sido víctimas de la brutal represión.

“El pueblo nicaraguense ha sufrido los ataques terroristas de grupos internos y externos a los que se ha sumado el crimen organizado (…) con el fin de realizar un golpe de estado”, dijo Moncada en respuesta a los que apuntan a su gobierno como el responsable.

Pero para los organismos internacionales no queda duda, condenando una vez más la violencia.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó en la misma reunión un segundo informe denunciando la profundización de la represión en el país.

"Desde el comienzo de las protestas hasta la fecha de hoy, 264 personas han perdido su vida y más de 1.800 han resultado heridas", aseguró el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao. El gobierno de Nicaragua rechazó el informe de la CIDH.  

Además, condenó el episodio del lunes en el que unos obispos de la Iglesia Católica fueron atacados por turbas aliadas al gobierno mientras auxiliaban a manifestantes resguardados en una basílica.

Al secretario general de la OEA, Luis Almagro, tampoco le tembló el pulso. 

"Hay que pasar de las armas a la urnas", dijo Almagro llamando elecciones “limpias  y transparentes”. También condenó “asesinatos, secuestros y encarcelamientos”.

“La violencia sobre la población civil nunca puede ser admitida… el estado está para proteger a la gente”, dijo el secretario general. “Jamás, en ninguna circunstancia existirá una justificación para esta aberración”.

El gobierno de Ortega ha rechazado la propuesta de adelantar los comicios al 2019.

Por su parte, el Secretario General de la ONU también condenó la violencia y dijo por Twitter estar profundamente preocupado.

También, la Human Rights Foundation condenó los ataques. 

"Queda más claro que nunca que a Ortega y sus compinches no les importa la gente de Nicaragua, y su única meta es cementar su control autoritario del poder", dijo el presidente de la organización de los derechos humanos, Garry Kasparov, el miércoles en un comunicado de prensa.

Las protestas iniciaron luego de que el gobierno anunció cambios a la Seguridad Social, pero aún cuando Ortega dio marcha atrás a las reformas, los manifestantes se quedaron en las calles expresando su descontento con su gestión, y la de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.