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“¡Quema! ¡Duele!”. Las últimas palabras de este asesino al recibir la inyección letal

El guardia le preguntó si tenía unas últimas palabras antes de su ejecución. “No, señor”, respondió el asesino. Pero cuando recibió la inyección letal, comenzó a hablar.
Imagen de archivo de una sala de ejecuciones en Texas. A la derecha, Danny Paul Bible.
Imagen de archivo de una sala de ejecuciones en Texas. A la derecha, Danny Paul Bible. ASSOCIATED PRESS / ASSOCIATED PRESS

El guardia le preguntó si tenía unas últimas palabras que decir. “No, señor”, respondió Danny Paul Bible. Minutos después, este preso recibió la inyección letal en una cárcel de Texas.

Su cabeza temblaba ligeramente cuando empezó a sentir los efectos del sedante (pentobarbital), el primer compuesto que le introdujeron en las venas. Empezó entonces a respirar aprisa, murmurando: “Quema, duele”. Ésas fueron realmente sus últimas palabras. Después su respiración se convirtió en ronquidos, y un minuto después de que empezara su ejecución, dejó de moverse.

Sus abogados temían que los técnicos de la cámara de ejecución no fueran capaces de hallar una vena donde inyectarle el veneno, pero apenas tardaron tres minutos en pincharle una aguja en la mano izquierda y otros tres en colocarle otra en la derecha. Entre tanto, Bible, de 66 años, miraba intensamente pero en silencio a dos familiares de sus víctimas, que le observaban a través de un cristal en una sala a pocos pies de distancia.

Fue dado por muerto a las seis y media de la tarde del 27 de junio, unos 15 minutos después de que empezara la ejecución. Fue la séptima del año en Texas, el estado donde más activa es la pena de muerte.

“Es la persona más vil y malvada que ha existido”, dijo Larry Lance, hermano de Pam Hudgins, una de las víctimas de Bible. “Nos alegramos de haberle visto expirar su último aliento, sé que arderá en el infierno por toda la eternidad”.

Bible fue arrestado en 1999 en Fort Myers (Florida) acusado de una violación en Louisiana. Fue entonces cuando confesó a la policía haber cometido cuatro asesinatos en Texas, incluyendo un niño de cuatro meses, y al menos nueve violaciones, entre ellas cinco en el condado de San Jacinto, al noreste de Houston (Texas).

Entre sus cuatro víctimas mortales se contaba Inez Deaton, de 20 años, amiga de una de sus primas, que fue hallada muerta en 1979. Fue violada y asesinada con un punzón para el hielo. El crimen estuvo décadas sin resolver, hasta que Bible confesó. En 2003, un jurado le condenó a muerte por ese asesinato.

Sus otras tres víctima mortales fueron su cuñada, Tracy Powers; el hijo de cuatro meses de ésta, Justin; y la compañera de piso de Bible, Pam Hudgins. Los mató a todos el mismo día, en mayo de 1983. Por el crimen de Hudgins fue condenado a 25 años de prisión en Montana, pero fue liberado tan sólo siete años después. Se dedicó entonces a asaltar, secuestrar, robar y violar a chicas jóvenes entre 1996 y 1998, incluida una niña de 11 años.

Sus abogados intentaron que fuera colocado ante un pelotón de fusilamiento en su silla de ruedas, o que se le administrara nitrógeno gaseoso para asfixiarle, puesto que consideraba que sería imposible inyectarle el veneno por su mala salud. Pero eso habría requerido que se cambiaran las leyes de Texas. La Corte Suprema rechazó su petición y una hora después fue ejecutado.