Los empleados del centro penitenciario federal de Victorville, California, donde el gobierno envió el pasado junio a más de 1.000 inmigrantes, denuncian que la atención médica es inadecuada y que, como consecuencia, las enfermedades infecciosas se multiplican, según informa The Huffington Post. El personal temen que se desate una revuelta que ponga en peligro a los detenidos y al personal, como ha sucedido en otras cárceles con problemas médicos similares.
Según informa este medio, la semana pasada había 10 casos de sarna y un caso de varicela. La mala atención médica ha provocado que se tripliquen los casos afectando al menos a 38 personas.
Los empleados ya denunciaron que la atención médica no eran segura antes de la llegada de estos 1,000 inmigrantes el pasado 8 de junio. Ahora la población total de reclusos ha ascendido a 4.500. Según los empleados, no se ha contratado personal adicional y la evaluación de admisión original se ha acelerado con el resultado de exámenes físicos inadecuados. Solo hay dos médicos en todo el centro de detención.
Los empleados protestaron frente a la prisión el mes pasado por la llegada de los detenidos con carteles que decían: "¡Los recortes presupuestarios provocarán la muerte!"
El representante Mark Takano demócrata por California visitó este lunes el centro de Victorville y denunció, según recoge The Huffington Post, que algunos de los detenidos le dijeron que no habían podido lavar su ropa interior y de cama desde que llegaron hace más de tres semanas.