La Fiscalía del condado de Webb (Texas) pedirá la pena de muerte para Ronald Anthony Burgos-Aviles, un supervisor de la Patrulla Fronteriza de 29 años acusado de asesinar a una mujer con la que mantenía una relación sentimental y a su bebé de un año.
“Un jurado decidirá si es culpable y, si lo es, si el castigo apropiado es la muerte o la prisión a perpetuidad”, según el comunicado del fiscal Isidro Alaniz.
Burgos-Aviles dijo haber descubierto el cuerpo de Grizelda Hernández el 9 de abril en un parque de Laredo (Texas), cuando se encontraba de servicio. Pidió ayuda a otros agentes, y telefoneó a la policía para que se hicieran cargo de la mujer, que tenía varias cuchilladas en la cara y el cuello. Otro agente halló en las proximidades el cadáver del niño, y un carro Mercedes que pertenecía a la hermana de Hernández, Angelica.
La hermana relató a la policía que Grizelda había acudido al parque a reunirse con el padre de su hijo, identificando como tal a Burgos Avilés. En el carro del agente se encontró un teléfono celular con mensajes enviados a la víctima sobre su hijo, según informa el diario Laredo Morning Times.