IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Trump exige a los inmigrantes que arriesguen su futuro a cambio de liberar a los niños encarcelados

Más de 12.000 niños sufren en cárceles a la espera de poder volver con sus familias. Una polémica decisión de Trump agrava su calvario. Te contamos en qué consiste y qué se puede hacer.
Imgen de archivo de menores de El Salvador y Guatemala subiendo a un autobús tras ser liberados de un centro de detención en Texas en junio de 2015.
Imgen de archivo de menores de El Salvador y Guatemala subiendo a un autobús tras ser liberados de un centro de detención en Texas en junio de 2015. AP / AP

El Gobierno presidido por Donald Trump tiene un mes para devolver con sus padres a los menores inmigrantes separados tras cruzar la frontera, siguiendo así la orden emitida el martes por una juez federal de San Diego. Las autoridades migratorias han anunciado el abandono temporal de esta práctica intimidatoria, después de que la presión popular llevara a Trump a firmar una orden ejecutiva prohibiendo la separación de familias.

Pero miles de menores inmigrantes seguirán en refugios y centro de detención incluso aunque todas las familias sean reunificadas. Son aquellos que llegaron al país solos, sin acompañantes. El Gobierno debe ponerlos en manos de sponsors, que en su mayoría son familiares. Pero una nueva política aprobada por Trump dificultará poder hacerlo como hasta ahora.

Entre octubre de 2017 y abril de 2018, el Departamento de Salud colocó a 19.658 menores en manos de sponsors. El año fiscal anterior (entre octubre de 2016 y septiembre de 2017), fueron 42.497. A fecha de 20 de junio, el Departamento de Salud tenía bajo su custodia a 2.000 menores separados de sus familias (que son los que deben ser devueltos a sus padres antes de un mes), y a otros 10.000 que llegaron sin acompañante. Es a éstos a los que debe encontrar sponsor.

Hasta ahora, estas personas (en su mayor parte, familiares) eran sometidas a un chequeo de antecedentes cuando requerían hacerse con la custodia de un menor. A finales de mayo, el Gobierno decidió que el Departamento de Salud tomé las huellas dactilares de los solicitantes y se las proporcione al Departamento de Seguridad Nacional para que realicen otro chequeo.

Esto evita en efecto que los menores puedan quedar en manos de criminales o pandilleros, como ha defendido la Administración. Pero también puede inhibir a aquellos inmigrantes indocumentados que quieran hacerse cargo de sus familiares pero estén preocupados por su propia situación migratoria.

“Esta política hará sin duda que sea más probable que sponsors cualificados se escondan en las sombras, dejando a los niños vulnerables languidecer en las cárceles migratorias”, afirmó Rich Leimsider, director de la organización sin ánimo de lucro Safe Passage Project. Otras organizaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes han coincidido con este diagnóstico.

“Si alguien no está dispuesto a pedir la custodia de su niño porque le preocupa su propio estatus migratorio, creo que de hecho eso cuestiona que sea un sponsor adecuado y si debería darle el niño a esa persona”, ha respondido Steven Wagner, vicesecretario en funciones del Departamento de Salud.

Mientras se solucionan estas soluciones, el Departamento de Salud ha anunciado este miércoles que revisará todas las instalaciones en las que alberga ahora a los menores para asegurarse de que sus condiciones de seguridad y salud son óptimas. Se han denunciado situaciones “caóticas” en alguna de estas instalaciones. El Gobierno prepara ahora dos bases militares para albergar a los menores, toda vez que los refugios del Departamento de Salud están al borde del colapso.