Los fiscales federales le pidieron a un juez el lunes por la noche que revoque la fianza de Paul Manafort, el ex gerente de campaña del presidente Donald Trump, alegando que trató de manipular a posibles testigos mientras estaba en libertad provisional.
Si el juez accede, Manafort probablemente tenga que ir a la cárcel a la espera de su juicio en relación con la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la presunta interferencia rusa en la campaña presidencial de 2016.
Según una declaración jurada del FBI incluida en la moción, que se presentó en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Washington, D.C., Manafort usó aplicaciones de mensajería cifradas en febrero para tratar de contactar a dos socios comerciales anónimos que podrían ser testigos de su presunto fraude y lavado de dinero.
Uno de los posibles testigos dijo que creía que la comunicación por parte de Manafort era un intento de "sobornar al perjurio" o instruir al testigo para mentir luego que se presentó una acusación formal en febrero contra Manafort cuando otro acusado, Rick Gates, un ex asistente de campaña de Trump, se declaró culpable de conspiración y mentir a los investigadores de Mueller.
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Gates y Manafort habían sido acusados en octubre en Washington de cargos relacionados con su lucrativo trabajo de cabildeo para figuras políticas ucranianas pro-rusas.
Después de que Gates aceptó cooperar con los investigadores en febrero, Manafort se declaró inocente de la acusación formal suplementaria, que lo acusa de haber reclutado y financiado en secreto a un grupo de antiguos políticos europeos para cabildear en los Estados Unidos en nombre de Ucrania; el juicio ha sido programado para el 17 de septiembre.