El príncipe Henry de Gales, más conocido como Harry, y su prometida, la actriz estadounidense Megan Markle, han declinado recibir regalos con motivo de su boda, que se celebrará el 19 de mayo en el castillo de Windsor, cerca de Londres (Reino Unido).
“Cualquiera que deseara celebrar la ocasión del enlace, puede hacer una donación a la caridad en vez de enviar un regalo”, afirmó un portavoz de Kensington Palace. “La pareja ha elegido personalmente siete organizaciones que representan la gama de asuntos que les apasionan”, añadió, “incluyendo el deporte como motor de cambio social, el empoderamiento de la mujer, el medio ambiente, las personas sin hogar, el VIH y las Fuerzas Armadas”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, no ha sido invitado a la boda, como tampoco lo ha sido ningún otro jefe de Estado o de Gobierno. Pero la Casa Blanca sí enviará un regalo a la pareja, realizando “una contribución a una de las siete organizaciones” designadas, según ha informado un portavoz a la cadena NBC. No ha precisado sin embargo cuánto dinero donará ni a cuál de ellas.