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Con 60 muertos sobre la mesa Nicaragua inicia diálogo nacional para buscar salida a la crisis

Nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía con saldo de más de 10 heridos, bloqueos y saqueos se registraron este martes en Nicaragua, horas antes del inicio de un diálogo nacional
Manifestantes tiran piedras contra la policía durante una protesta contra el gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en Nomimbo (12 de mayo de 2018)
Manifestantes tiran piedras contra la policía durante una protesta contra el gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en Nomimbo (12 de mayo de 2018)REUTERS/ Oswaldo Rivas / REUTERS

Managua.- Nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía con saldo de más de 10 heridos, bloqueos y saqueos se registraron este martes en Nicaragua, horas antes del inicio de un diálogo nacional en busca de una salida a la crisis que deja ya entre 50 y 60 muertos y del que algunos sectores ya fueron excluidos.

La inminencia del diálogo, que se espera que arranque este miércoles en la mañana con la presencia del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, no consiguió frenar los disturbios, especialmente en Masaya (sur); los violentos enfrentamientos entre manifestantes y antimotines, hoy con más de diez heridos en Matagalpa (norte); y los bloqueos en diversas carreteras.

El país volvió a vivir una jornada de protestas, siendo la más numerosa una concentración realizada por los estudiantes en Managua con la presencia de miles de personas.

En ese contexto, la vicepresidenta nicaragüense y primera dama, Rosario Murillo, anunció en declaraciones a medios oficialistas que Ortega participará en la instalación de la mesa de diálogo, cuya "metodología y organización" será establecida por el Episcopado, los mediadores del proceso, según explicó.

No está claro si Ortega asistirá solo a la instalación de la mesa de diálogo o si acudirá de manera permanente, así como tampoco la agenda de temas que pretende impulsar el Ejecutivo sandinista, en el poder desde hace 11 años en medio de denuncias opositoras de autoritarismo, manipulación del sistema electoral y corrupción.

La agenda de la contraparte del Gobierno, los estudiantes, la sociedad civil y del sector privado está muy clara, en palabras del presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, quien dijo a Efe que "lo primero es garantizar la seguridad de los estudiantes porque en este momento es prioritario".

Los estudiantes han sido la cara más visible de las protestas callejeras, que comenzaron contra unas reformas a la seguridad social que ya fueron derogadas y continuaron debido a la represión que los manifestantes atribuyen a la Policía y a grupos de afectos al Gobierno, que han dejado entre 54 y 65 muertos, más de medio millar de heridos, más de 200 por balas, y desaparecidos, de acuerdo con datos de organizaciones humanitarias.

El segundo tema prioritario, dijo Aguerri, es la justicia "porque tiene que haber justicia sobre lo que aquí ha acaecido y no puede quedar inmune esta situación, "y en tercer lugar, por un lado está el tema electoral, devolver la credibilidad al sistema electoral, y luego el tema institucional", añadió.

Este martes se produjeron denuncias de exclusión por parte de dos actores muy críticos con el Gobierno de Ortega, cuya presencia en las negociaciones se daba por hecho.

La líder campesina, Francisca Ramírez, conocida por dirigir el movimiento que se opone al proyecto de construcción de un canal interoceánico de Nicaragua, anunció que fue excluida del diálogo nacional.

"Hoy el Gobierno me ha vetado de ir al diálogo porque sabe que mi voz va a ser la voz de esos estudiantes, de esos campesinos, de esas personas que están en las calles, que no voy a permitir que se negocien los muertos", dijo Ramírez en una manifestación en Managua.

El rector de la Universidad Americana (UAM), Ernesto Medina, también denunció en una carta que Ortega puso como condición para acudir al diálogo su exclusión, al tratarse de una persona crítica que goza de amplia popularidad entre la juventud.

"En la última reunión entre el Gobierno y los obispos , en la que se trató el caso, el Gobierno manifestó que si se me incluía en la delegación, no habría diálogo", sostuvo Medina.

Mientras, el obispo Silvio Báez, aseguró en sus redes sociales que "hay que jugar una última carta pacífica por el bien de Nicaragua pero sin doblegarse ni venderse".

"La rendición de Ortega y Murillo debe ser mañana miércoles en el diálogo. Confiamos en nuestros representantes que van a honrar la sangre de nuestros mártires con una salida democrática, ordenada y pacífica", escribió, en Twitter, Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta de Nicaragua, Violeta Barrios de Chamorro.