Rogelio Martínez era agente de la Patrulla Fronteriza y “trabajaba en una parte peligrosa” del borde. “Arriesgaba su vida cada día”, ha explicado este martes el presidente, Donald Trump, en un acto de homenaje a agentes de las fuerzas del orden caídos en acto de servicio. Ante la familia de Martínez y muchas otras, Trump ha desgranado su historia como “una inspiración para todo el país” y para él mismo, según ha dicho. El problema es que su historia no está nada clara.
“Valientemente, le hizo frente a los carteles, los traficantes de personas, los coyotes, y las pandillas que amenazan a nuestras comunidades”, ha asegurado Trump. “Decía que quería evitar que entraran drogas y terroristas en nuestro país. Todos lo queremos. Y vamos a hacerlo”, añadió el presidente.
“Una noche, el pasado noviembre, el agente Martínez murió en la línea de servicio”, añadió, “fue horrible, fue violento y él fue valiente”.
Es una historia que quedó en la memoria de Trump, que prometió “justicia contra el responsable” de matar a Martínez y golpear “brutalmente” a otro agente. En ese mismo mensaje, añadió: “Debemos, y lo haremos, construir el muro” en la frontera de México.
Martínez, de 36 años, murió horas después de ser hallado inconsciente el 19 de noviembre en el fondo de una alcantarilla en una zona desierta a 12 millas de Van Horn (Texas) y a 30 de la frontera mexicana, en un área transitada habitualmente por coyotes y narcotraficantes.
“Creemos que fue asesinado”, aseguró el sindicato de la Patrulla Fronteriza.
Sin embargo, el FBI, que investiga el caso, aseguró en febrero que no había encontrado prueba alguna de que Martínez y su compañero, Stephen Garland, fueran atacados, ni sospechosos a los que culpar. Garland sobrevivió, pero asegura no recordar nada de lo ocurrido aquella noche. Sin embargo, el FBI señaló que, cuando llamó a pedir ayuda, dijo que habían “caído a una alcantarilla”
La autopsia de Martínez concluyó que había muerto por golpes en la cabeza, pero dejó “sin determinar” el origen de esas heridas.
Este martes, Trump ha usado la muerte de Martínez para recalcar la “increíble y heroica lucha” de los agentes del Departamento de Seguridad Nacional (del que depende la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, entre otros). El presidente pidió al Congreso ayuda para asegurar la frontera y acabar con las ciudades santuario: “Ya hemos tenido bastante. Suficiente es suficiente”.